Caminando por Noja puedes ver las construcciones recientes, esa herencia de la época en que todos los pueblos costeros crecieron desaforadamente, o unas cuántas casonas palaciegas escondidas tras altos muros que sólo permiten intuir lo que hay detrás. Casonas de tamaño más que respetable como ésta.
Casonas que incluso tienen su capilla adosada, con pasillo cubierto lleno de columnas para que nadie se moje cuando haya que ir a rezar un rato.
Y en medio del jardÃn… una foca. Sorprendente, porque ni encajaba con la casona ni se le veÃa mucho sentido, pero sin duda algo significará para el dueño de la propiedad cuando ahà la tiene. Es más, la gente tiene derecho a tener la filia que le apetezca. Si yo tengo una fijación con los enanitos de jardÃn, hay quien tiene la misma fijación multiplicada por diez y otros prefieren las jirafas, a ver quien soy yo para cuestionarme los motivos de la presencia de esta foca en este lugar.
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