Otro de los destinos que tenÃa pendiente y me ponÃa los dientes largos era el Túnel de la Engaña. Cuando leà su historia me pareció algo increÃble. Poco después de la guerra civil decidieron hacer una lÃnea ferroviaria de Santander al Mediterráneo que incluÃa este túnel de casi siete kilómetros de largo desde la Vega del Pas hasta Pedrosa de Valdeporres, en Burgos. Para su construcción usaron prisioneros de guerra republicanos, aunque en 1945 fueron indultados y gran parte continuaron trabajando en la obra. Lo mejor de todo es que tras casi veinte años que llevó construir túnel, estaciones, viaductos y demás, cuando sólo faltaban unos cincuenta kilómetros para completarla… la lÃnea férrea fue cerrada y ahà quedaron todas las infraestructuras muertas de risa. Lo de este paÃs es de coña.
Más de cincuenta años después el túnel languidece por la falta de mantenimiento, por la mala calidad del hormigón utilizado, con derrumbes y filtraciones de agua por todos lados. No me digas más, ésto tengo que verlo. Pues allá vamos. Primero hay que llegar a la Vega del Pas, luego seguir en dirección al Puerto de Estacas de Trueba por la carretera que discurre por estas laderas, con unas vistas de esas que te dan ganas de parar cien veces a sacar fotos.
Antes de empezar la subida al puerto se ven dos edificios en la ladera de enfrente. Unos metros después aparece a mano derecha una bajada sin señal alguna con el asfalto en bastante mal estado. Es por ahÃ.
Hay que cruzar un pueblo que si no está abandonado poco le debe faltar, subir un kilómetro más y ya estamos al pie de la estación de Yera. Como curiosidad, desde aquà partirá el futuro teleférico de la Vega del Pas.
Esta sà que está abandonada y bien abandonada, con el interior hecho una piltrafa. Como dice la pintada, aquà yace la ilusión de unir Santander y Valencia.
Creo que ésto era la cocina, y digo creo porque tal y cómo se encuentra todo son suposiciones, pero teniendo en cuenta la pared de azulejos supongo que una habitación no era.
En el exterior de la estación hay sitio donde dejar el coche. Por la parte de detrás sale un sendero fácilmente transitable y sin pérdida posible (cosa francamente complicada en mi caso) que lleva a los túneles.
Y sÃ, digo túneles y no túnel porque hay cinco. El propio de la Engaña y cuatro túneles más pequeños. El primero es cortito, ni cincuenta metros. Desde la entrada se ve la salida y no tiene ninguna complicación.
El segundo es notablemente más largo. Al ir al mediodÃa y ser un dÃa muy luminoso, no llegaba a quedar en total oscuridad pero sà en una penumbra que hacÃa recomendable ir con la linterna encendida principalmente por una razón: porque es zona de monte, hay animales (cabras, vacas, caballos) que cagan donde les apetece, el interior del túnel incluido. Si vas con la linterna apagada y metes el pie en una bosta de vaca te va a hacer de todo menos gracia. La foto la saqué con flash, porque de otra manera no se verÃa todo esto ni de coña.
Nota de seguridad para excursionistas, senderistas y demás: cuando vayáis a un lugar en el que sepáis que habrá que utilizar una linterna, no llevéis una, llevad dos como mÃnimo (y si es posible, pilas de recambio). Si en medio del Túnel de la Engaña con sus siete kilómetros de largo, de una cueva o de cualquier otro lugar oscuro se os apaga la linterna, se cae y rompe, se funde la bombilla o cualquier otro incidente, va a ser de todo menos gracioso.
Una vez abandonamos el segundo túnel cambia el panorama. Ya no vamos entre árboles, por un lado está la ladera de la montaña y por el otro se puede ver todo el valle, las montañas y algún pueblito al fondo. Es una de esas excursiones que lo tiene todo, vistas, túneles, recorrido fácil, no es muy cansada, quien no la haya hecho aún que se anime porque merece la pena. En unos dÃas continuamos con la segunda parte.