Al paso que vamos, asà es cómo vamos a tener que renombrar el blog, viendo el porcentaje de entradas que se basan en comida/bebida, cosas que comer/beber, sitios donde ir a comer/beber o sitios donde fuimos a comer/beber. En este caso partimos de una entrada anterior, la visita a Casa Lucas en Correpoco. Además del impresionante cocido montañés que nos mandamos, a la salida tienen un pequeño mostrador donde puedes comprar galletas, picayas chamarugas y muchas cosas más. Entre ellas unas rosquillas a granel que sólo compramos una docena para probar, pero de haber sabido lo buenas que estaban nos hubiéramos comprado doce docenas para probar, dar, tomar y regalar.
Dos o tres con un café calentito un dÃa de invierno le cambian el humor a cualquiera (salvo a mi suegra, que seguirÃa con el mismo humor de perros de siempre).