Mientras observaba la obra «UtopÃa» en un parquecillo de Maliaño llegó a mis células olfativas un ligero tufillo a peste apestosa que presagiaba en las cercanÃas más bien una granja de guarros que una fábrica de Chanel nº5. ¿Pero de donde viene este rico olorsillo? Veamos a izquierda. Arbolitos, verde, hierba, carril bici… pues no, de aquà no va a ser…
Justo delante un puente, hierba, carril bici… y un maravilloso desagüe tamaño gigante del que algún lÃquido cae. A lo mejor va a ser de ahÃ, sÃ.
O a lo mejor de la parte derecha, con ese caudal escaso del rÃo que permite asomar un lodazal en las orillas, unos lodos de los que probablemente parte el tufillo asqueroso que flotaba en el ambiente, unos lodos con aspecto de engullirte en dos segundos si tienes tan poca inteligencia como apego a la vida y apoyas un pie sobre ellos.
No sé yo… montar un parque justo al pie de un rÃo maloliente igual no es del todo buena idea. Y yo aquà no me meterÃa en el agua ni aunque fuera un pato.
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