Días de luz y de color

Cuando toca una mañana de luz y color hay que ver qué gustazo puede ser sacar fotos. Por ejemplo, el fin de semana que pasamos por Gijón. Aunque hubiera aviso de temporal tocaba cielo azul con sol no muy fuerte y lucía la iglesia de San Pedro junto a la playa de San Lorenzo que daba gusto. Qué colores, qué fuerza en el paisaje, sólo faltaba un poquito del oleaje que vendría después para rematar la foto. Al día siguiente teníamos oleaje para dar, tomar y regalar pero a cambio el sol se había escondido tras unas nubes y de allí no hubo quien lo moviera. Si es que los que sacamos fotos somos así, siempre pidiendo más y más.