Si el lunes el mar montaba una escabechina en Somo, ¿donde estaba yo al dÃa siguiente? Efectivamente, en la playa de Somo para ver los efectos de esos últimos coletazos sobre la urbanización de los chalets que hay en la playa. Recordemos cómo habÃan quedado tras la primera andanada de olas.
La mitad derecha de las terrazas estaban claramente perjudicadas. ¿Cómo estaban ahora? La mitad derecha y la mitad izquierda, hechas polvo. O lo que es lo mismo, todas en ruina.
Rebobinamos. La calle más grandota, la que va a dar a la Escuela de Surf habÃa quedado llena de arena. Tras un montón de curre iba quedando despejada y una especie de excavadora barredora se encargaba de darle el toque final al asfalto.
Buen salto habÃa que pegar para bajar a la playa. Donde antes habÃa una ligera pendiente, ahora era una ladera de más de un metro de alto gracias a la ausencia de arena desaparecida por efecto del mar.
Las imágenes a continuación hablan por si solas. Destrozos, las terrazas echadas a perder, los chalets tapados por tablas porque ya no hay puertas ni ventanas en la planta baja… véanlo ustedes mismos.
Por lo que leà en el periódico, casi todos son de gente que los tiene sólo para el verano, excepto tres que están habitados todo el año. Pues menudo marrón si es tu única vivienda porque ya véis en qué estado quedaron. Los efectos del temporal se notaban hasta en el pequeño jardÃn que tienen por la parte de atrás. Entró mar, arena, piedras… y del garaje del sótano mejor ni hablamos porque aún debe haber sardinas nadando en su interior.
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