Lo de la memoria de un servidor es algo curioso. Para chorradas, tonterÃas y sinsentidos tengo una retentiva espectacular, fuera de ahà mis capacidades memorÃsticas caen en picado para alcanzar el culmen del desastre en lo que a recordar listas de cosas se refiere. Me aprendo tres elementos y con el cuarto automáticamente olvido el primero asà que ya la tenemos liada. Recordar una lista de diez elementos me puede llevar tranquilamente dos dÃas y a las dos horas haberla olvidado de nuevo.
Con estas premisas no es raro que apunte todo lo que pueda y cuando voy a sacar fotos retrate todo cuanto cartel o referencia encuentro por el camino. Es que si no ya me explicaréis, tres años después de haberla sacado me encuentro con esta foto. ¿Dónde era esto, que ni me suena?
Detrás del banco hay una estatua bastante desmejorada sobre una columna de piedra. Será única, sÃ, tendrá su historia, pero tampoco me dice donde es aquello.
Vista de la iglesia por la parte de atrás, con la torre del campanario que le han adosado. Madre mÃa… ni idea, esto puede ser en cualquiera de los mil pueblos de Cantabria.
¿Y esta casona? ¿Qué será? ¿Porqué la habré retratado? Pues por suerte tenÃa un cartel delante según el cual se trata del Museo de la CanterÃa «Rodrigo Gil de Hontañón». Un cartel, bieeeennnn…
A partir de ahà todo viene rodado, visita al Google, localizas el lugar en el barrio Cereceda de Rasines, puedo volver a verlo en el Google Maps, Turismo de Cantabria le dedica una página también y la iglesia pasa a ser la iglesia gótica de San MartÃn.
Gracias a otro cartel fotografiado recuerdo que esta piedra con agujero en forma de cruz es una ventana monolÃtica, hay ocho distribuidas en varias fachadas de iglesias o casas del pueblo en los alrededores. Muy bonitas, muy artÃsticas, pero anda que en invierno no debe entrar fresquito por ahÃ, que la zona de Rasines (entre Ampuero y Ramales de la Frontera) es de bastante frio y humedad.
Lo dicho, si tú también tienes mala memoria procura apuntar o fotografiarlo todo, que nunca se sabe cuándo vas a necesitar acordarte de algo. Claro que luego llega un dÃa y te sorprendes de tus increÃbles capacidades para recordar detalles microscópicos. Por ejemplo, esta fuente con escudo, grabados, leoncito y dos señores portando garrotes. Fue verla y me vino a la cabeza «anda, si esa es la barandilla del puente que va a la plaza de toros de Ampuero«. ¿Cómo lo recuerdo con esa claridad? No tengo ni la más remota idea, será que la neurona tiene querencia por los puentes rojos con barandillas en zigzag…
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