Domingo. DÃa ideal para hacer kilómetros y volver con un buen botÃn fotográfico. Pero lo que iba a ser un paseo normal por Cantabria adelante se transformó en un festival de elementos meteorológicos adversos y diversos.
Nos encaminamos hacia el hayedo del Saja-Nansa para hacer la visita anual y fotografiar los arbolitos con su colorido de otoño. Lo siento, pero este año os quedáis sin las tÃpicas fotos en tonos verdes, amarillos y ocres porque hace unos dÃas aún estaban demasiado verdes, vino el frÃo y el viento a lo bestia, acelerando sobremanera el proceso de deshojamiento de los árboles que pasaron a toda mecha del verde al marrón chuchurrÃo. Aquà se puede ver, unos aún verdes, los de la izquierda ya sin hojas, y en el suelo todo marron en vez del colorido habitual.
Hartón de lluvia por el camino. Buscando rinconcillos se ven más colores, pero nada que ver con lo vivido el año pasado. Recuérdense las versiones uno y dos. Ni por aproximación se parecen la luz, ni los colores, ni ná de ná.
Tras el hayedo seguimos subiendo camino del puerto de Palombera y las cosas empezaron a ponerse feas. Nieve a quintales a los lados de la carretera, niebla y suelo ligeramente deslizante. Avisado estaba que en lo alto del puerto se necesitaban cadenas, la idea era acercarnos lo más posible pero esto ya no son mis recordados FontefrÃa o Manzaneda, aquà la nieve es nieve de verdad.
Llegados un poquito más adelante de la venta Tajahierro decidimos dar la vuelta. Entre la niebla, la nieve echándose sobre la carretera desde el arcen reduciendo el espacio disponible casi a un solo carril y que no le tengo cogido el puntillo a conducir sobre nieve con el coche de la parienta, optamos por la prudencia y emprendimos la bajada. Sabiendo que esa mancha oscura es un árbol, imaginaros más o menos la visibilidad. No se veÃan tres en un burro, ni aunque el burro lo tuvieras a dos metros.
Aunque parezca que no, en estos casos aún se pueden aprovechar algunas fotos. A base de Photoshop se marca la nieve como blanco puro y el árbol como negro puro para aumentar contraste y hala, viva el minimalismo.
Escapamos del hayedo, nos acercamos a Comillas y mientras contemplábamos el mar aparecieron unos breves rayos de sol entre las nubes para darle alegrÃa a los tonos azules. Mira tú, hoy sólo nos falta un poco de granizo para completar la colección.