Recorriendo los alrededores de Cabo Mayor ya saqué el faro, el chiringuito, la torre de bocinas, la palabra «Pausa» del Desvelarte 2013 que tiene pegada y los acantilados. Si, pero… ¿qué hay de la torre de bocinas hacia abajo? ¿Qué hay en esos acantilados? Como hay escaleritas habÃa que ir a echar una ojeada, que pocos son los que se atreven a caminar por ese tramo inclinado de hierba justo a la derecha de la torre de bocinas. Cosas de la gente que le tiene un incomprensible aprecio a la vida propia y no se atreven a ejercer como cabras por laderas donde un resbalón lleva a una larga caÃda piedra tras piedra camino del mar. Jo, con una descripción asà creo que le quito las ganas de visitarlo a cualquiera.
Allá me fui esperando un lugar espectacular, unas vistas de pelÃcula, unas sensaciones indescriptibles, y tengo que reconocer… que no di una. Lo más llamativo visualmente es ese acantilado que se ve ahÃ. Del resto poco hay que hablar, además era un dÃa de solete y sin viento, con lo cual las sensaciones de naturaleza desatada fueron cero patatero.
Algo habÃa a la izquierda de la foto anterior asà que fui a echar una ojeada pasando con cuidadito, porque pululaban por los alrededores unas quinientas abejas y tampoco era cosa de cabrearlas. Fui andando despacito y no tuve ningún problema. Ahora, que si se llegan a cabrear hubiera sido francamente divertido (para ellas, claro).
Aquello tiene pinta de ser un depósito de agua abandonado, creo. Abertura cuadrada en la parte superior que alguien se ha entretenido llenando de piedras, agua casi hasta arriba y poco más.
Fijaros si habÃa poco que ver que acabé sacándole fotos a las flores y no al mar, al acantilado o a las rompientes. De estas habÃa un montón, quizá por eso andaba tanta abeja por allÃ. En fin, que si algún dÃa os entra la curiosidad por saber qué hay bajo la torre de bocinas del Faro de Cabo Mayor ya os lo digo yo: nada de interés. Ni os molestéis.