Durante julio y agosto no llevo a mis perros a la playa porque están abarrotadas y aunque están bastante bien adiestraditos, no me parece correcto (además de estar prohibido). Aún asà hay gente que los lleva y mientras no molesten no suele haber queja. En septiembre todo se relaja, las playas se vacÃan casi por completo y de cuando en cuando vuelvo a llevarlos para que disfruten corriendo por la arena, metiéndose en el agua y jugando conmigo. Asà hice el otro dÃa, fuimos a la playa de Langre y fijaros qué encontré en la orilla mientras paseábamos. La primera medusa que veo en Cantabria, pero no una medusa cualquiera, una Carabela Portuguesa de esas que como te toquen no te va a hacer ninguna gracia durante una temporadita…
Por suerte habÃa llevado el cacharro de beber los perros, la cogà con él, fotografÃa para la posteridad con el móvil, en unas rocas apartadas la pinché con un palitroque (porque flota al estar hinchada como un globo) y la enterré, no vaya a ser que un niño le eche mano o la pise cualquier paseante y con el dolor de la picadura perturben el merecido descanso de los socorristas de la Cruz Roja a los que tanto les debo.