Seguimos con mis andanzas triscando cual alegre cabritillo por los riscos de Cabo Mayor. Claro que mis equilibrios no son nada comparados con lo de algunas rocas que hay en los acantilados.
Es ver algo asà y me entran unas ganas irrefrenables de irme a empujar, a ver si sale pitando hacia abajo. Claro que con mi suerte igual cae por el lado que no debe y tengo que salir corriendo ladera abajo perseguido por una roca de varias toneladas.
Sé que hace tiempo aquà habÃan intentado montar una «Senda Costera Cabo Mayor – Virgen del Mar» a base de poner vallas y pasarelas de madera en toda la zona, qué bien bonita está en plan natural como para venir a estropearla haciéndola medio artificial. No habÃa visto en persona cómo era esa «senda costera» hasta hoy. Ya de lejos veÃa mucho palitroque donde antes sólo habÃa piedra.
Esto es donde anteriormente estaba el «Puente del diablo«. Ahora se notan unos palitroques verticales por arriba y una construcción de madera a la izquierda.
Ampliando un poco se ve cómo han metido una pasarela tipo puente justo al final de la cortadura del Puente del Diablo. Hala, vamos a verla.
Madre mÃa… será más cómodo, será lo que quieran, pero meter algo tan artificial en esta zona que es todo naturaleza salvaje no me pega nada. Además no ayuda a salvar un paso especialmente complicado porque ahà donde está se pasaba bien de sobra, el camino tendrÃa un metro de ancho y no habÃa peligro.
Incluso si fuera una estructura ligera, simple, que no llamara demasiado la atención podrÃa entenderlo, pero vaya mamotreto que han colocado, fijaros qué cantidad de palitroques y qué recargada es. Madre mÃa, qué mal gusto. No me extraña que hayan pintado ese «SOS» en la parte derecha, ¡¡¡socorro, quitarme esto de aquÃ…!!!
En la parte superior siguen estando unos palitroques que creo recordar ya estaban antes de lo de la senda costera. Estos hacen como de barrera para indicar hasta donde se puede pasar con seguridad en las inmediaciones del Puente del Diablo. Oficialmente no se deberÃa pasar más allá de los palitroques. Extraoficialmente, estando allà es imposible no pasar para sacar alguna foto.
Es que la costa por aquà es preciosa, con los acantilados, el mar azul, el Panteón del Inglés casi al borde del precipicio… hay que aprovechar para disfrutar las vistas, que a este ritmo cualquier dÃa construyen algo ahÃ, lo pavimentan o azulejan las rocas y adiós panorama.