Este verano vamos bien surtidos en visitas de barcos de la Armada. Primero fue el Malaspina, luego el Hespérides y ahora el Buque de Asalto L-52 Castilla. que aquà podéis ver atracado en un muelle de Santander.
Oficialmente deberÃan haber venido el Castilla y la corbeta Cazadora. Cuando llegué al muelle estaba el Castilla pero no la Cazadora. Pregunté y me contaron que donde deberÃa aparcar la corbeta resulta que también tenÃa que atracar un barco para descargar en el puerto, y como eso tiene prioridad, mandaron al buque de la Armada a otro muelle más alejado donde no se puede visitar. Vale, cojonudo, porque era el que traÃa cañones y misiles que siempre son más entretenidos de ver, aunque no por eso el Castilla deja de ser interesante.
La visita era guiada, no como en los anteriores que te dejaban recorrer el barco a tu aire. En esta ocasión nos acompañó un marinero bastante joven, de unos veinte años más o menos, que nos fue explicando todo lo que habÃa que ver. Creo que en este barco hacen prácticas los futuros oficiales, me imagino éste serÃa el equivalente a un becario y le tocó la china. Un punto a su favor que la visita fue entretenida, se explicaba bien y era de lo más educado.
Primero subimos por las escaleras interiores del barco hasta las pistas de aterrizaje. Tiene dos, donde pueden pararse un par de helicópteros o aviones de despegue vertical. Los de despegue convencional mejor que no lo intenten porque puede acabar la cosa muy malamente.
Media vuelta para ver el hangar donde pueden meter hasta seis helicópteros medianos, cuatro grandes o cincuenta mil en miniatura. Iba rezando a ver si habÃan traÃdo algún SH-60B que es un helicóptero precioso, fino y elegante pero no. Tristemente sólo habÃa un Hughes 500, que el pobre no es lo mismo, ni parecido.
Nos ponen un video en el que nos cuentan las caracterÃsticas del barco y las misiones que realiza para bajar luego hasta el garaje inferior donde llevan los vehÃculos que quieran transportar. Estaba vacÃo salvo por el trasto amarillo es de la derecha. Para la próxima visita bien podÃan traer algo de material aquà aunque sólo fuera por echarle una ojeada.
Al fondo está lo que le llaman el «dique», la parte donde van las lanchas de desembarco (llamadas LCM). De estas sà que habÃa un par y nos dejaron subirnos. Deben ser para llevar vehÃculos, porque los laterales son bastante bajitos. Si llevaran soldados como en la peli del soldado Ryan más les vale ir bien agachaditos.
En el barco cabrÃan cuatro LCM, tan sólo traÃan dos y asà pudimos ver cómo en el suelo del dique tienen pintadas las lÃneas de un campo de baloncesto para que puedan echar sus partidillos mientras están navegando. Pues que sepan que se les ha olvidado pintar la lÃnea de los triples. Y ya tiene que ser curioso jugar un partido de baloncesto mientras el barco se balancea hacia un lado y otro mientras pelea con las olas.
Bajamos del barco por una escalerilla lateral y fin de la visita. Como siempre me voy a la popa para sacar foto de la parte trasera porque si la proa es llamativa, en este caso la popa no lo es menos, con esa enorme puerta que se puede bajar para permitir la entrada y salida de barcos, lanchas y vehÃculos anfibios dentro del Castilla.
Fijaros en el costado derecho. Menudo bollo le han mandado a la chapa…
Esto suena como si a uno de los de prácticas le hubieran dejado hacer las maniobras de aparcamiento marcha atrás en el muelle… daaaale, dale, daaale… ¡¡¡RAAAASSSSSS!!! Huy, le diste… cosas que pasan, espero que lo tengan asegurado a todo riesgo porque sino arreglar semejante rascazo aún les va a salir por un pico…