Visitando el Fluviarium (I)

Otro de los lugares que tenía ganas de visitar era el Fluviarium de Liérganes, algo había leído que tenían nutrias y allá donde haya bichos que ver, allá iré (salvo a casa de mi suegra).

Para entrar toca aforar seis euritos, que ya le llega. Será para la conservación del edificio, para los bocatas de chopped de las nutrias y tal y cual, pero a a día de hoy me parece algo caro y más sin contamos que el contenido no es especialmente abundante. Primero sesión de video, diez minutos con un reportaje sobre las maravillas naturales cántabras. Véase la cara de interés que pone el buho de la pantalla.

A continuación tienes dos opciones, ir a ver los acuarios o el resto de la exposición. Debido a la abundancia de bicherío acuático, hoy comento el resto y dejamos los acuarios para la siguiente entrada. En la exposición, bueno… hay de todo. Un mueble con una cubeta llena de arena. ¿Y esto pa qué sirve?

Muy sencillo, en la parte superior hay unas indicaciones sobre cómo son las huellas que dejan los animales más habituales de los bosques. Joer, cuánta letra…

En la parte inferior, donde la arena, hay una serie de artefactos que en vez de dejar un sello, dejan esa huella de animal para que veas cómo queda. Interesante, me puede venir bien para identificar cual es la raza del bicho cuyas huellas veo en mis andanzas por los prados.

Diorama con casa típica pasiega y paisano acarreando una cesta junto a su entrada. En la pared, a la derecha, exposición de útiles campesinos usados en los valles del Pas.

Otro diorama representando una escena del bosque cántabro. Un jabalí, un corzo y unos cuántos pajaritos en las ramas.

Para premio la cara del corzo, con aspecto de no ser el más listo de su rebaño

Más dioramas, éste de un buitre sobrevolando los valles de Cantabria.

Otro más, mamá águila con sus polluelos. Un poco paraditos y sosos, por mucho que pongan banda sonora de pajaritos y pollos piadores.

En resumen, dos plantas de exposición llenas de pósters en la pared con muuuuuchas letras que leer, maquetas y reproducciones de bichos. Interesante, pero no sorprendente. No tiene aspecto de que vayan cambiando la exposición cada cierto tiempo así que con ir una vez, ya me vale. Por suerte la zona de acuarios fue mucho más interesante. En unos días, las fotos correspondientes.