La odisea del Faro del Caballo (I)

Vamos a ir empezando con la aventura que supuso llegar y, sobre todo, volver del Faro del Caballo en el monte Buciero de Santoña. Explicado en plan sencillo, esta ruta consiste en subir un tramo por el monte hasta llegar a unas escaleras que descienden hasta el faro. Así escrito parece fácil, pero ya veréis cómo la cosa se complica un poco.

Por si acaso iba pertrechado con un par de mapas buscados por internet e impresos en un papelote. Este indica las cuatro rutas principales que hay en el monte. Durante la ruta, junto a las típicas señales del senderismo (una línea amarilla sobre otra blanca) hay unos puntos de color que indican la ruta por la que vas. En medio del bosque toda ayuda es bienvenida.
Rutas por el Buciero
Este otro mapa es un poquito más detallado y muestra la ruta que me interesaba de una forma algo más detallada, con indicación de las alturas. Importante este asunto porque a pesar de ir a ver un faro casi a ras de agua, en realidad la ruta no hace más que subir y subir hasta el último tramo.
Mapa del Buciero
Y la subidita no es moco de pavo precisamente. Este suelo de pedruscos, multiplicado por kilómetros, me dejó las plantas de los pies hechas una piltrafa a pesar de ir con mis super botas de 15,95 euros.
Subida empedrada
Como ruta está bien el final, cuando se llega al faro. El resto del camino, salvo un par de puntos, es entre bosque y ramajes que no te permiten ver nada. Pero nada de nada, en ese aspecto es más bonita la ruta del faro que hay al otro lado (el del Pescador) que vas por la ladera del monte viendo el mar y los acantilados.
Tramo boscoso
A veces en medio del ramaje aparecía algo como un camino sin señalizar. Por si acaso evité desviarme a los lados, no fuera a acabar perdido en medio del Buciero, que conmigo todo es posible.
Camino por el tramo boscoso
Un buen rato de subida para llegar por fin a un mirador desde el que se puede ver el mar y la Punta del Fraile, un trocito de acantilado algo separado del acantilado principal.
Punta del Fraile I
Aquí está. No sé porqué le llamarán así, a un fraile mucho no se le parece. ¿Habrá vivido algún fraile ermitaño en alguna de las cuevas que se veían por allí?
Punta del Fraile II
Como véis, de momento la ruta parecía una ruta normal y corriente. Nada especial, nada espectacular. Lo bueno empezaba a continuación, pero eso se quedará para la segunda parte…

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