En Bilbao. Cerquita del edificio con el tigre en lo alto encontramos uno de los pocos meaderos público que se pueden ver hoy en dÃa por las calles. En Santander por ejemplo no he visto ninguno. De aspecto sólido, es un bloque paralelepipédico con unas placas a la entrada para proteger de miradas indiscretas. No tan rústico como el de la Plaza Nueva durante las fiestas, no tanto diseño como el de San Sebastián, no tan antiguo como el de Limpias pero cumpliendo perfectamente su función.