Sigo subiendo al Pico de la Miel, en la última entrada estaba a unos metros de la cima pero una repentina niebla desvaneció mis esperanzas de un buen botÃn fotográfico e incluso me hizo pensar si serÃa seguro continuar o mejor dame la vuelta. ¿Qué se hace en estos casos? Mira qué soy previsible. Bueno, venga, camino cinco minutitos, veo cómo está la cosa y si tal ya daré la vuelta. Venga, un poquito más a ver… el último tramo hasta la cumbre es casi todo de rocas cuarteadas. Empieza asÃ.
Y continúa de esta manera. Creo que la ruta «oficial» va por la izquierda, pero como uno tiende a optar por la vÃa rápida, pasé dando saltitos por el centro de la imagen y seguimos en lÃnea recta que es el camino más rápido (para liarla, parece que no acabé de aprender del todo la lección en los Ojos del Diablo).
Anda, algo se ve entre la niebla. ¿Qué será aquello? ¿La cumbre por fin?
Efectivamente, si llegáis aquà es porque estáis en lo alto del Pico de la Miel, indicada por una obra de hierro oxidado en la que se ve una montaña y un escalador.
Además hay un «buzón de montaña» un tubo donde la gente se deja mensajes. Un Twitter, pero de chapa y sin conexión a internet.
Hay que curiosear un poco… encima de todo habÃa un mensaje con pinta de haber sido dejado hace poco tiempo. Las próximas excursiones tendré que llevarme papel y boli para ir dejando mensajes yo también.
Subimos cuatro y nos vamos camino de Castro Valnera. DÃa cinco de agosto. Ostras… cinco de agosto es hoy. Al subir no vi a nadie luego estos van delante mÃa y les ha pillado la niebla en pleno trayecto hacia Castro Valnera. Espero que vaya alguien con experiencia y hayan vuelto sin problemas, a mi particularmente no me gustarÃa andar por el tramo que viene a continuación sin ver más allá de diez metros.
Porque esa era más o menos la distancia que permitÃa ver la niebla. El Pico de la Miel está bien alto, las vistas son preciosas, la cima es una roca cortada que cae verticalmente… pero no se veÃa nada de nada. Me alejé un poco de la cumbre, hubo un momento que el sol parecÃa querer salir y pude sacar esta foto, ese palitroque de arriba a la derecha es la escultura del montañero. Falsa alarma, adiós sol, hola bruma, adiós vistas.
Pues nada… media vuelta y a bajar con tranquilidad. Sin excesiva complicación volvà al coche, ni un milÃmetro me apartaba de la ruta establecida por otros antes que yo, en cuanto perdÃa la referencia me paraba a la busca de huellas con forma de montÃculos hechos de piedras y asà en una media horita volvà al Puerto de Lunada. Esto es lo que se podÃa contemplar desde un mirador algo más adelante: luz, sol, calor… y la nube tapando la cima. Ole mi suerte…
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