Pero esta vez no en Somo, sino en Biarritz que es otro lugar donde tienen una buena colección de recuerdos. Ya pasaron por aquà la hélice del Frans Hals, la cruz dedicada a La Surprise de Boulogne y ahora vamos con otro más, el ancla del velero sueco Padosa, situada en lo alto del parque de la Atalaya donde está el Aquarium. Asà luce con su placa explicativa delante.
Ese velero de sesenta metros de eslora naufragó en plena Grande Plage, la principal playa de la ciudad, durante una tormenta en diciembre de 1907. Aunque el barco quedó destrozado, los equipos de rescate consiguieron salvar ocho de los once tripulantes del barco. Por desgracia uno se murió poco después. Las dos anclas del barco fueron rescatadas en 1978 como indica la placa. Una está aquà y la otra en el puerto de pescadores. Como no creo que tarde mucho en pasar por esta ciudad otra vez, aprovecharé para fotografiar la segunda y ya de paso echaré una ojeada antes en internet a ver si hay más restos por los alrededores para completar mi colección.