Muchos años viviendo en Vigo implicaba haber oÃdo muchas historias curiosas sobre el urbanismo y haber leÃdo otras tantas noticias sobre el mismo tema, asà que iba fotografiando aquellas curiosidades o barbaridades que se hicieron por allá para comentarlas en el blog anterior. Aquà ya he visto una barrabasada confirmada pero hay ciertas cosas que descubro y me dan que pensar, a falta de investigación posterior que me confirme o desmienta las sospechas. Por ejemplo, al llegar a Laredo se encuentra uno ésto en todo lo alto:
Desde el centro del pueblo la vista es más que llamativa, asà que habrá que ver la historia del edificio a ver si descubrimos algo curioso.
O si no, lo que se ve en la orilla de enfrente, en Santoña. Menudo recorte le han pegado a la montaña para meter una urbanización. Hale, más madera para buscar y seguir aprendiendo.
Esto no es Castilla
Cantabria es una curiosidad, una comunidad autónoma relativamente pequeña compuesta por una sola provincia situada sobre Castilla-León. Hablando con gente me llegaron a comentar que tendrÃan que haber estado ambas juntas pero BotÃn (el dueño del Banco Santander, que es de aquÃ, y al que poco menos hasta se le atribuyen poderes sobrenaturales) se empeñó en que fuera comunidad autónoma y asà fue. No sé cuánto tendrá eso de cierto, lo que sà puedo asegurar es que cuando voy recorriendo pueblos y van apareciendo las iglesias, las noto muy, muy diferentes a las gallegas y muy, muy parecidas a las castellanas, sobrias, cuadradas, con esos campanarios tan tÃpicos.
Si viera esta foto y me preguntan donde queda, sin duda dirÃa que un pueblito por el medio de Castilla. Pues va a ser que no, es en Bareyo, camino del faro de Cabo Ajo.
Viviendo peligrosamente
Es lo que le va a algunos, ese riesgo, esa aventura de tan pronto aparece el cartelito con un prohibido ahà queda mi huella para la posteridad. O quien sabe, quizá haya sido la mismÃsima competencia de Pedro intentando eliminar a un oponente por la vÃa de las multas municipales. Ya véis, yo como siempre a lo mÃo que es ir con los ojos bien puestos por la calle en busca de curiosidades a retratar. Esta fue vista en Torrelavega centro.
Altar en La Hermida
Mientras paseábamos por La Hermida y fotografiaba el pueblo, me fijé en una pequeña oquedad en una de las montañas. Si os fijáis en la primera foto de la otra entrada, concretamente está un centÃmetro más arriba de la esquina superior izquierda de esa casa rojiza que se ve a la derecha. Claro, ¿no? Pues mira por donde resulta que es un altar. Algo ya se notaba de lejos…
Pero si ampliamos un poco, efectivamente, se ve que en la pequeña cueva metieron una imagen de la virgen y al ser noviembre está adornada también con una estrella de los reyes magos. Supongo que el conjunto estará sólo de adorno, porque ni se ve camino para llegar, ni ermita alrededor ni nada de nada más.
A qué me recuerda esto…
Hace ya meses del primer saltito a Bilbao, pero todavÃa alucino cuando veo estas fotos del pedazo rascacielos en plan animal que se han construido los de Iberdrola a dos pasitos del Guggenheim. Según nos acercábamos a la ciudad por una carretera secundaria de pronto se te aparece ésto y te quedas de piedra. Ahà vá, ¿de donde ha salido esa torre?
Si desde allà se veÃa bestia, ni os cuento cuando estaba mas cerquita. El caso es que no sé qué pensar, porque estéticamente resulta bastante bonito, fino y llamativo pero ahà pegado en medio de un montón de edificios más o menos similares lo que primero me venÃa a la cabeza era el recuerdo de Toralla…
La Cavada
El pasado mes de julio nos dejamos caer por esta zona para buscar vivienda y, como buena ciudad de veraneo, los precios de los hoteles en Santander centro estaban bastante desmadrados para nuestro presupuesto asà que optamos por alejarnos un poco e irnos a un pueblo llamado La Cavada, un cuarto de hora más lejos y un mundo de diferencia en cuanto a coste, que a nosotros nos daba igual porque Ãbamos a lo que Ãbamos y el hotel serÃa sólo para dormir. Por cierto, era éste. Una habitación maja, buena atención, no hubo queja en ese aspecto.
En principio pensé que como pueblo no tendrÃa mucha historia pero que va, nada más entrar ésto es lo que te encuentras:
Llamativo, cuanto menos, e indicador de que aquà alguna vez algo hubo de interés. Una vez pasado el arco te encuentras este cañón y a su lado un cartelón grandote en el que te aclaran la historia.
Según parece, aquà estuvo establecida la Real Fábrica de ArtillerÃa de La Cavada dedicada a fabricar cañones al por mayor, amurallada y casi ocupando el espacio que ahora ocupa el resto del pueblo. Finalizó la producción en 1834 cuando España ya no tenÃa tanta presencia en el mundo, por lo que no necesitaba tanto cañón, ni prácticamente quedaban árboles en los alrededores para alimentar los altos hornos con lo cual tocaba traer la madera de fuera y el coste de fabricación subÃa lo suyo. Asà que ya véis, donde menos te lo esperas aparece una historia bien curiosa.
Graffitis
Los grafittis y pintadas que salen por aquà normalmente suelen estar más cerca de lo jocoso y penoso que de lo artÃstico, como se puede apreciar en éste ejemplo. En cambio, durante una visita a Noja, justo al lado de la playa de TrengandÃn me encontré con el caso contrario empezando por una papelera decorada en plan friki con Che-Waka que mejoraba notablemente diseños anteriores:
Pero lo más espectacular estaba en un frontón allà al lado, las dos paredes de la instalación deportiva estaban decoradas asà como véis, si ya resulta espectacular en foto, imaginaros verlo en toda su dimensión tamaño pared de seis metros de altura.
Homenaje al médico rural
Recuerdo que una vez, paseando por Padrón, habÃa visto una estatua dedicada al «médico de cabecera«. En Potes tienen una parecida pero no igual, se trata de un homenaje al médico rural cuya vida por la zona tenÃa que ser bastante más complicada que la de los médicos de cabecera padroneses, vista la querencia del tiempo meteorológico hacia la nieve y la ventisca. Obsérvese si no la pose del médico calándose la boina o la propia del caballo, apartando la cara del vendaval. Y es que por esa zona la montaña es mucha montaña, además los caminos de aquellas épocas no eran como las autovÃas de ahora con su asfalto y sus quitanieves.
Menudas galletas
Lo que he visto aquà con las galletas, palabrita que no lo habÃa visto en ningún lado. Primero me sorprendà con unas llamadas «Las tetas de Liérganes«, pero las que vinieron luego decirme si no es para quedarse boquiabierto:
Y por si fuera poco, otras aún mas llamativas.
Si con el nombre no basta, le añadimos una poesÃa que no servirá para ganar el nobel de literatura pero para hacer la gracia llega y sobra.
Sinceramente, una vez probadas, como galletas tampoco me parecieron nada del otro jueves, pero dudo que quien las compre lo haga por las galletas en sÃ.
Aquà hay algo que no deberÃa estar
Paseando por la arena del Sardinero, los ojos vagaban a la busca de algo que retratar mientras mi perrita se entretenÃa haciendo sus prácticas de minerÃa en la arena. En esto que me fijo en una roca con un agujero y ¡Ay! Ahà hay algo que no deberÃa estar…
Como no, allá donde hay un hueco nunca faltará quien lo considere una papelera.
No me tienten, no me tienten, que enseguida desempolvo aquella famosa serie de fotos…