Una mañana en Cabo Mayor (V)

Quinta y última sesión del paseíllo que me di por los alrededores de Cabo Mayor una mañana de sábado, comenzando por los acantilados y concluyendo por la exposición que hay en el recinto del interior del faro. En la sala central (la primera a mano derecha según entras) y en la del piso inferior hay un montón de pinturas de autores variados con un tema común: los faros y el mar. Como era previsible, claro.
Exposición de pinturas
En la foto superior se ven tres cuadros de una ola hecho por Eduardo Sanz, que si no me equivoco tiene allí una colección permanente expuesta. Parece un motivo simple pero hay que verlos en vivo porque llama la atención lo bien hechos que están. El resto de la exposición más y más cuadros, unos más interesantes, otros menos. Ahí delante tenéis uno del conocido pintor y escultor asturiano Eduardo Urculo.
Exposición de pinturas del sótano I
Más, y más, y más, cuadros, grabados, collages, etc. Al ser estilos variados no se hace pesado irlos viendo uno a uno.
Exposición de pinturas del sótano II
Luego aparece una división con un par de paneles expuestos y detrás, fotos y postales.
Vista de la exposición
Se pueden ver un montón de ellas con el mismo motivo monográfico, aunque siempre llama la atención ver las antiguas y comparar como han ido cambiando los paisajes desde entonces hasta hoy.
Postales con faros
La de la derecha me llamó la atención especialmente. Ese es el Faro del Caballo cuando estaba en funcionamiento. Hace un par de añitos lo visité y sólo quedaba una triste ruina. Más los setecientos escalones, que no se me olvidarán en toda la vida.
Faro del caballo
Ahí se ven otras dos fotos del Faro del Caballo, las dos en formato cuadrado. Pero hay otro detalle que me interesaba más: el barco embarrancado de abajo a la derecha.
Restos del Gaby I
Es el Gaby, que naufragó en la playa de Somo y cuyos restos ya os he enseñado más de una vez. Así embarrancó y hoy no quedan más que cuatro hierros oxidados sobre la arena.
Restos del Gaby II
Se me había olvidado, pero esta exposición se llama «175 años de luz» y conmemora tanto los 175 años de la presentación de la fotografía como los 175 años que ha cumplido el faro de Cabo Mayor. Está abierta hasta el día 10 de mayo así que os queda poco tiempo para irla a ver.
Exposición 175 años del faro de Cabo Mayor
Como actividad complementaria solicitan a todos aquellos que tengan fotos del faro (me imagino que sobre todo fotos antiguas porque actuales debe haber miles por todas partes) que se las cedan momentáneamente para poderlas digitalizar o que se las manden por correo electrónico si las tienen ya en formato digital. No es mala idea para poder hacer esta exposición más y más grande cada vez.
Colabora enviando fotos

Sillares de muelle

En la crónica sobre la inauguración de los nuevos jardines de Pereda mostraba una foto con tres piedras que formaban parte de la «Rampa del martillo», un espigón del antiguo puerto. También mostraba la gasolinera que es esta misma:
Sillares del muelle de Raos
¿Veis esa fila de piedras? Pues no me había dado cuenta, pero son los restos de otro muelle, el conocido como «Muelle de Naos» según dice el cartel adjunto.
Cartel frente a los sillares del muelle
Más que las letras, me resultó interesante el gráfico en el que se puede ver cómo se le ha ido ganando espacio al mar desde 1880 y cómo los jardines al completo junto con el Centro Botín y la grúa de piedra están ahí gracias a eso.
Detalle del cartel
Y yo pensando que eso de los rellenos sólo se daba en Vigo… pues va ser que no, que aquí también se lleva lo de irle robando sitio al mar poquito a poquito.

Monumento a un guardia bueno

Torrelavega. Esquinita. Monumento en una pequeño parterre con césped. Eso lo tengo que ver, que de estas cosas siempre se saca algo que comentar.
Monumento en Torrelavega I
Ostras. El gorro es de los que se llamaban «de bacenilla»… ¡pero si es un monumento a un guardia municipal de los de antes!
Monumento en Torrelavega II
Efectivamente, la placa situada en la base nos confirma el asunto, el monumento está dedicado a Vicente Villegas Ruesga como guardia ejemplar.
Monumento en Torrelavega IV
Preguntado el asunto a un amigo de Torrelavega nos contó que era un guardia especialmente humano y buena persona, de los que aparcabas mal, se te acercaba y te decía «oiga… mejor que mueva el coche no vaya a venir un guardia y le ponga una multa»… vamos, como los de ahora.
Monumento en Torrelavega III
Claro que a nivel de guardias municipales de Torrelavega no era éste el más famoso, sino Angel Quintanal alias Nureyev, que dirigía el tráfico con este estilo tan de ballet:

La Texas burgalesa (IV)

Vamos a dar por concluida otra de las series que iban por capítulos, la dedicada a Sargentes de la Lora y sus pozos petrolíferos. Atención, pregunta. ¿Cuando tienes algo así qué es lo que hay que montar sí o sí? Eeeefectivamente, un centro de interpretación o un museo referente al tema, así que aquí está, el museo del petróleo con su cartel hecho de mi querido hierro oxidado.
Cartel del Museo del Petróleo
El edificio es tan moderno, tan minimalista, tan limpito que no pega para nada con el resto del pueblo, en el que el paso de los años y las escasas posibilidades pecuniarias han ido dejando un reguero de ruinas, abandono, casas viejas y paredes sin pintar.
Museo del Petróleo
Fuera destaca un «caballito», las máquinas usadas para extraer el petróleo del subsuelo. Lástima que no gire porque entonces ya sería la releche.
Máquina en el Museo del Petróleo
¿Porqué sé que a estos elementos les llaman «caballitos»? Uno, que no sólo lee sino que además fotografía todo cuando cartel se cruza por mi camino.
Cartel de la máquina en el Museo
Mira que nunca me suelo perder un museo de éstos, paso a echar una ojeada que siempre se aprende algo y además la entrada cuesta poquito, pero esta vez entre que hacía un solete de película tras tantos días de lluvia, que quería seguir aprovechando la tarde para sacar más fotos y que lo que vi por las cristaleras no me hizo mucho tilín, me salté la visita a la torera y lo dejamos para la próxima vez que me pase por este pueblo.
Interior del Museo del Petróleo I
Si os soy sincero lo que más me llamó la atención fue algo que parecía un cuadro con un manchurrón de petróleo. Ay, cuántos recuerdos del Marco vigués volvieron a mi cabeza en la contemplación de tan excelsa obra.
Interior del Museo del Petróleo II
De camino al coche para reemprender camino tuve una epifanía en la que se me indicó que debería ir pidiendo cita al oculista. Junto a una pared veo un algo que me parece una placa de mármol sobre una base de piedra rosada. Coooño, ¿qué pintará una placa ahí? ¿Le habrán dedicado esa pared a alguien? Voy a ver.
Caseta y sillón
Voy a ver, sí… voy a ver si me reviso la vista, que me va haciendo falta. Una placa de mármol sobre un base de piedra rosada, ni más ni menos, entre las dioptrías y la imaginación menudo chasco me llevé al ver ésto.
Sillón tumbado

El molino cumple años

De recorrido por Isla me encontré un cartel en el que se anunciaba el décimo aniversario del molino de Santa Olaja en las marismas de Joyel.
Molino de Santa Olaja
En el cartel mencionaban un concurso para ganar un «fin de semana VIP» enviando fotos del molino. Mira tú qué bien, eso hay que anunciarlo por aquí a ver si alguno de los lectores se anima y se gana un merecido homenaje.
Décimo aniversario del molino de Santa Olaja
Pues eso, concurso el próximo sábado cuatro de mayo… cuatro de mayo… si el primer sábado de mayo es día tres… huy, esto hay que investigarlo antes de quedar nuevamente como el tonto del pueblo con mis metidas de pata. Busca que te buscarás encuentro que ese concurso se celebró… ¡en 2013! Quien lo diría, viendo el magnífico estado del cartel, que para más estaba pegado a la intemperie. Tenía que haberme fijado si ponía en qué imprenta se hizo porque si algún día tengo que hacer una tirada de carteles lo tendría muy claro, que sean igualitos en calidad e impresión a ese. Si me sobra una docena me los meto debajo de la camisa en invierno y no hay frío que los traspase. Además, si soportaron dos años de lluvia y humedad seguro que son efectivos hasta como chaleco antibalas.

La casona Calderón

En pleno centro de Torrelavega (calle de los mártires) hay una casona de tipo montañés: la casona Calderón, también conocida como Casona Montañesa. Es el edificio más antiguo de la ciudad, construida en el siglo XVIII por Manuel de la Iglesia Calderón. En las columnas de ambos laterales podéis ver dos escudos de la familia Calderón. Y un cable por el medio de la foto, como no.
Casa de Calderón en Torrelavega I
Curiosamente está en muy buen estado tanto exterior como interior, por una razón muy simple, que tiene varias tiendas en su interior.
Casa de Calderón en Torrelavega II
Una de ropa que se llama Equus, otra de ropa que se llama Rita y algún negocio más. No está mal, es una forma de que la casona se conserve correctamente y no vaya decayendo poco a poco hasta caerse a trozos.
Casa de Calderón en Torrelavega III
En la finca interior hay un bar y donde antes debía estar una puerta para la finca se ha reconvertido en escaparate. Pues no queda nada mal y es muy original, ole la imaginación del que tuvo la idea.
Casa de Calderón en Torrelavega IV

Claustro e iglesia de Santillana (I)

Domingo de estos que no sabes qué hacer, domingo que se va uno hacia el oeste y acaba en Santillana del Mar, sacando la foto típica entre las típicas que no sé ni para qué la hago porque debo tener veinte iguales…
Colegiata de Santillana del Mar
Es curioso, tantas veces como he ido ya y siempre veía la puerta principal de la colegiata cerrada así que nunca entré. Esta vez se me ocurrió hacerle caso a un cartel que sabe dios cuánto tiempo lleva en la misma esquina y que dice algo de claustro por ahí a la izquierda. Vamos a echar una ojeada… anda, mira, si es el lateral de la iglesia y parece que ahí al fondo hay gente esperando.
Entrada al claustro
Toma ya inscripción en la pared de la torre con el yugo, las flechas y la lista de todos los muertos «nacionales» en la guerra civil.
Inscripción en la piedra I
Otra inscripción da a entender que esta iglesia se dedicó a honrar a dios desde el año 325 (CCCXXV), cosa que no me cuadra mucho porque se construyó en el siglo XII sobre una ermita que había desde el año 870 (más o menos).
Inscripción en la piedra II
Total, que no lo sabía yo, pero justo detrás de la torre que se ve en la segunda foto hay una puerta, pagas tres euros y puedes pasar a ver el claustro de la colegiata junto con la iglesia. ¿Se pueden sacar fotos? En el claustro sí, en la iglesia no. Bueno, vale, vamos para adentro y luego si eso ya veremos que pasa con las fotos. Este es el claustro. Bonito, aunque le quitan un poco de encanto esos edificios asomando por detrás. Pero ahí están, qué le vamos a hacer.
Claustro de la iglesia
Ahí a la derecha había una imagen bastante maja, la hiedra cubría toda la pared y malamente asomaban las ventanas y la puerta de entrada.
Puerta con hiedra
Por los pasillos del claustro se pueden ver las cosas típicas que se ven en los pasillos de los claustros… columnas, restos de sarcófagos, etc.
Piedras contra la pared
Y otras cosas no tan comunes, como son piedras sobre curvas peraltadas con unas paredes pintadas de amarillo piolín. Menuda diferencia entre la foto anterior y ésta.
Piedras en la esquina
En una esquinita nos encontramos una capilla pequeña con su altar correspondiente. Estaba en la oscuridad pero gracias a Dios que se inventaron las cámaras digitales, así puedo tirar una foto, otra y otra hasta que salga decentemente. En los tiempos de los carretes tirabas la foto, rezabas porque hubiera salido medianamente bien y medio mes después, cuando por fin completabas el rollo y lo llevabas a revelar te dabas cuenta que había salido oscura y no se veía casi nada. Menuda fuente de frustraciones era la fotografía analógica.
Altar en una capilla
Finiquitamos la primera parte del paseo por el claustro, dentro de unos días seguimos recorrido por el interior de la iglesia.

Castigado sin queso

Ay, madre, qué sufrimiento… el otro día en Santillana del Mar no podía más que quedarme pasmado delante de todas las tiendas que veía, con esas exposiciones de quesos, venga, cuarenta de una tacada… y yo castigado, sin poder comprármelos ni probarlos porque el señor médico me ha dicho que durante un mes ni oler nada que tenga lactosa a ver si es eso lo que me estaba dando lata con el estómago. Ni leche, ni quesos, ¡¡¡ni helados!!! Justo ahora que llega el verano. Esto sí que es tocarme la lotería sin haber jugado…
Tienda de quesos en Santillana del Mar
Me quedan doce días. El siete de mayo me voy a la primera heladería que me pille de camino y acabo con las existencias. Y luego directo a la tienda de quesos para darme un homenaje, que esto es un sinvivir.

El palacio de los Condes de Isla

Recordad: en Cantabria, palacio = casona señorial más o menos grande, más o menos lujosa. Y sí hay que definir una grande y lujosa, el ejemplo claro es el Palacio de los Condes de Isla-Fernández declarado Bien de Interés Cultural en 1991. Cuando llegas a Isla encuentras un cartel que te da a escoger entre Isla-playas o Isla-casco histórico. Evidentemente vas hacia lo segundo y no tarda en aparecer el palacio en su finca rodeado completamente por una muralla.
Palacio de los Condes de Isla I
Ahí está desde más o menos el año 1700, cuando Juan Fernández de Isla que fue obispo de Cádiz primero y arzobispo de Burgos, lo mandó construir. No es espectacular en su apariencia, pero se ven unas dimensiones bastante grandecitas, otro edificio adosado en la parte de atrás, esa muralla, en su interior tiene salas, salones, biblioteca, retratos de los personajes que componen el linaje de la familia, etc.
Palacio de los Condes de Isla II
Creo que no es visitable, al ser totalmente privado. Una pena porque seguro que sería más que interesante.

El río Rudrón

Hoy va sesión fotográfica con vídeo de regalo de un lugar que me ha encantado y al que he de volver sin tardar mucho porque me dio la impresión que tiene mucho que ver por los alrededores (de hecho una de las cosas interesantes en la cercanía, el pozo azul, ya salió hace unos días). Se trata de las hoces del río Rudrón al lado de San Felices de Rudrón. Si queréis orientaros, aquí está la posición en Google Maps, un mirador identificado por este símbolo.
Cartel en el Mirador del Rudrón
Cartelote identificativo y ya se ve el panorama al fondo. Justo delante vimos volar primero uno, dos, hasta cinco buitres.
Panel explicativo en el Mirador del Rudrón
De todas formas si os pasáis por este lugar, iros hacia la izquierda y seguir el caminito hasta llegar a este mirador. Las vistas son verdaderamente alucinantes.
Mirador del Rudrón
¿O no? Fijaros qué montañas, qué cortes en la ladera excavados por el serpentear del río a lo largo de millones de años.
Hoces del río Rudrón
Ampliamos y se ve lo mismo, con la carretera junto al río, la una hace eses y el otro, también. La sensación desde aquí arriba era increíble.
Carretera junto al río
¿Y qué mejor para transmitir lo que se veía desde el mirador que poneros un vídeo con la panorámica? Vaya contraste, al principio se ve un paisaje tipo páramo y luego cambia radicalmente.

No me extraña que haya buitres. En una de las paredes justo enfrente la montaña está llena de oquedades donde sólo tienen que asentar sus posaderas, traer unos palitroques para el nido y ya tienen la «solución habitacional» lista. Ni se tienen que preocupar de la plaza de aparcamiento, ni pagar impuestos, ni contratar ADSL, ni cabrearse porque la compañía eléctrica les roba mes tras mes… vamos, una gozada.
Huecos en las paredes de la montaña
Cerquita, un poco más a la derecha se ven las huellas del paso del hombre en plena ladera.
Construcción a lo lejos
Que sí, que sí, una cabaña incrustada en la pared. Ni sé, ni me imagino quien puede haberla hecho, porque normalmente las cabañas de montaña son para los pastores pero aquí ni se veía ganado ni se veía prado. ¿Harán quesos y los dejarán madurando allí? No creo, normalmente eso se hace en cuevas… misterio misterioso tenemos hoy.
Caseta ampliada
Nueva foto del paisaje y, como no, ya tardaban en colarse los tres cables por medio. Esta foto la muestro porque nuevamente veo una cara en el perfil de la montaña, como cuando el indio en la Cascada del Bolao.
Cara en la montaña
Ampliamos un poco para que se vea mejor. Eso de la derecha es el perfil de una cara, ¿no?
Cara en la montaña ampliada
Ahí metido en medio del valle aparece San Felices del Rudrón. Caso de llegar aquí lo más normal es volver en dirección norte, por la parte izquierda de la foto, pero unos cinco kilómetros en dirección sur (hacia el fondo del valle) aparece Covanera, con su Pozo Azul y una impresionante formación rocosa a la entrada del pueblo. Merece la pena ir a verlo.
San Felices de Rudrón I
Siempre que veo un pueblecito así, con casas bien cuidadas y pinta de prosperidad en medio de una zona tan inhóspita como son las Merindades, lejos de cualquier ciudad grande, siempre me viene a la cabeza la misma pregunta: ¿de qué vivirá esta gente? ¿Del ganado? ¿Madera? ¿Quesos? ¿Porqué unos pueblos se ven en franca decadencia (Sargentes de la Lora, por ejemplo) y otros como este parece más o menos boyante?
San Felices de Rudrón II

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