El roce hace el cariño

Parece mentira, pero al final hasta le estoy cogiendo cariño a mi cochecito y todo. En su día, el primero que me compré me hizo ilusión (los primeros dos meses). Luego ya vi que aquello daba mucho trabajo, que si lavarlo, que si aspirarlo, que si esto, que si lo otro. Al final opté por limitarme a llevarlo al taller cuando correspondía y lavarlo los años bisiestos o cuando la capa de roña era tal que ejercía de freno aerodinámico. El segundo coche lo mismo, desde el día uno. El tercero, el cuarto y el quinto igual pero ni ilusión me hizo comprarlos, era renovar un trasto por otro y poco más. Pero este es distinto. Para mi ha sido pasar a la tecnología del milenio anterior. Ni aire acondicionado, ni dirección asistida, ni nada de nada. Pero mira, anda, me lleva, me trae, no casca nada y consume como un mechero. Pobrecico, con sus veintipico años necesita más cuidados así que ejerzo de enfermero, miro, investigo, destripo, armo, desarmo y al final me lo paso pipa. Llegará un día que me sobren piezas o, peor aún, cuando vaya a arrancarlo hará un ruido de esos que meten miedo y se declarará en huelga perpetua. Mientras tanto, a seguirlo disfrutando.
Mi Renault Clio
El título de la entrada es válido para todos los casos menos con mi suegra, claro, que con esa el roce hace el sarpullido como poco…

Llega Halloween

Que ya está aquí, ya llegó, mañana es la noche de Halloween y esta vez le voy a hacer tanto caso como en años anteriores, es decir, entre escaso y nulo interés despierta en mi la invasión de calabazas por todos lados o los niños repitiendo como loros eso de «truco o trato».
Muñeco de Halloween
No, niño no, no es «truco o trato», hoy es «o te piras o te ato a una farola». De no ser porque las pastelerías se hacen eco del asunto, el resto del asunto me daría igual.
Pasteles de Halloween
Fijaros qué imaginación derrochan a la hora de hacer lambonadas relacionadas con el tema. Entras en la pastelería. ¿Me da un ataúd, por favor? Si claro, ¿qué lo prefiere, con oreja o con dedo?
Ataudes de pastelería
Mucho más susto me dan otros días que vas caminando por la ciudad tranquilamente y al doblar una esquina aparece algo así como una excursión de la banda de música del KuKluxKlan, a ver si se ha puesto de moda también como lo de Halloween y vamos a empezar a ver cruces ardiendo en los parques de la ciudad. Tranquilo pueblo porque no eran tal cosa, consultando la wikipedia veo que los del KKK llevan el capirote puntiagudo y éstos lo tenían caído así que deducimos su más que probable pertenencia a una cofradía santanderina en ruta hacia la iglesia que se ve algo más arriba.
El KuKluxKlan anda suelto

Octubre y en la playa

Pero qué otoño, oiga. Pero no sólo es aquí en Cantabria, fijaros cómo estaba Biarritz hace diecinueve de octubre. A once días del mes de noviembre.
Grande Plage de Biarritz I
Por mucho otoño que diga el calendario, calorcito, la playa llena y cómo picaba el sol…
Grande Plage de Biarritz II
Ay, cómo vamos a recordar estos días cuando empiece a llover. Porque no quiero ser aguafiestas, pero dice la previsión que a partir del domingo se acabó lo que se daba. Así que ya sabéis, a disfrutar estos días todo lo que se pueda. Y a partir del domingo, lo mismo pero a cubierto.

Pobre monumento de Ocejo

Me refiero a ese monumento situado en una de las curvas de la subida al puerto de Palombera atravesando el hayedo del Saja, en la última foto de esta entrada se puede ver a cuál me refiero. Como es parte de la simbología guerrero-vencedora de la época del tío Paco, el conjunto artístico está cada vez más cascado y machacado. Ya no sólo son las pintadas que le han hecho encima, sino que además…
Monumento de Ocejo I
…ahora le han puesto una botella estratégicamente de modo que parece un monumento al bebedor ibérico y le han grabado la palabra «República» en el pecho a la estatua. Sabe dios cómo estará la próxima vez que pase por allí.
Monumento de Ocejo II

Carlos en modo Barrio Sesamo

El afamado Poste Carlos santanderino está estos días en modo Barrio Sésamo contribuyendo a facilitarnos la vida a todos aquellos que nos líamos con el asunto de izquierda y derecha que, como diría Zapatero, «son conceptos discutidos y discutibles». Lo del centro lo tengo más fácil y repasar arriba y abajo nunca viene mal por si las moscas.
Poste Carlos

En Guetaria

Otro de esos días que me gustan a mi: vamos a ver Zarauz y acabamos en Guetaria, que está allí al ladito, descubriendo unas cuántas cosas que no conocía. Por ejemplo la zona de la playa, ahí va una panorámica para disfrutarla en grandote pinchando en ella.
Panorámica de Guetaria
Anda que a poco que os fijéis no se ven cosas curiosas en la foto. A la derecha un montón de casas en lo alto del monte, distribuidas aprovechando la ondulación natural con balcones colgando sobre el abismo y unas vistas impresionantes. Siguiendo hacia la izquierda hay un muro, el puerto con sus naves y encima unas casas colgando aún más del precipicio. Hace algo más de un año los habitantes de dos de estas casas tuvieron que salir pitando de noche por un derrumbamiento de la parte de la montaña donde están los cimientos. Fijaros cómo estaban durante las reparaciones y ya me diréis si no es para dormir con un ojo abierto por si acaso.
Casas al pie del acantilado
Finalmente, en el extremo se distingue un montículo separado. Aquí va otra vista un poco más lateral, desde un mirador de la carretera más alejado.
Faro de Guetaria I
Desde Zarauz se ve bastante mejor lo separado que está. Casi parece que tiene forma de ratón, si quieren darle un nombre a ese montículo lo tienen bastante fácil.
Guetaria desde Zarauz
En lo alto es donde está ubicado el faro de Guetaria. Otro más para la colección aunque foto demasiado lejana para lo que a mi me gustaría.
Faro de Guetaria II
Así se ve desde un espigón del puerto, al otro lado del montículo. Hay subida, se puede llegar, la próxima vez que me acerque por allí subiré y lo retrataré como está mandado, pero ese día tras unas buenas caminatas por Zarauz, ante la perspectiva de otro tute monte arriba el cerebro me decía que sí pero los pies decían que si quería fuera yo, que ellos se quedaban abajo. A la parienta ni planteárselo, que me tira del faro abajo. Pero no importa. Estas cosas nunca las olvido y tarde o temprano me pasaré con mi cámara.
Faro de Guetaria III

Adiós al coche cebra

Señores, señoras, vengo aquí a certificar la defunción del coche-cebra obra de Okuda del que había hablado en esta entrada y que se encontraba en las paredes de un pub colidante a la entrada del túnel de Tetuán. No sé pa qué me enrollo tanto, si acabo mucho antes poniendo la foto del mural y al final es lo que quiere ver la gente.
Dos murales
Estaba aprovechando una de esas tardes de calorcito que tenemos últimamente para sacar fotos allí cerca. Luego me fui hacia la calle Tetuán y me llevé una tremenda sorpresa al descubrir el cambio de color en la pared exterior, el cambio de actividad del local, la reforma del bajo donde ahora está un restaurante llamado «BellaSombra» y el adiós definitivo de la obra de arte. Son las cosas del progreso que no perdona. Adiós coche cebra, bienvenido sea el papeo.
Bellasombra

Ochenta y siete de agosto

Es increíble lo de este otoño. Llevamos no sé cuántos días de solazo, la previsión incluso indica viento sur y temperaturas entre veinticinco y treinta grados los próximos días. Hay gente que de broma dice que estamos a ochenta y siete de agosto, porque el tiempo casi corresponde a ese mes. Aquí casi todos encantados con este solete (excepto los de las tiendas de ropa que no venden ni una gabardina) pero la cosa tiene sus desventajas. Ayer nos pasamos por la cascada del río Asón. ¿La véis?
Nacimiento del río Asón
¿No? Pues yo tampoco. El río Asón está más seco que la mojama. Nada que ver con lo mismo pero en invierno, ahí está la carretera haciendo un zigzag contínuo y a la derecha debería caer un enorme chorro de agua. Pues nada, ni gota.
Nacimiento del río Asón... sin agua I
Esta es la vista en detalle del lugar donde debería haber una cascada. Se ven las huellas negras de la roña que va dejando el agua a su paso, arriba está el agujero donde nace el río pero sale tanta agua como de las dunas del Sahara.
Nacimiento del río Asón... sin agua II
Comparando la foto anterior con la de otro año vemos que ni hay río, ni los árboles se deciden a mostrar esos colorines otoñales amarillo rojizos tan resultones.

Evidentemente si en el nacimiento no nace ni gota, unos kilómetros más adelante lo único que queda en el cauce del río son piedras y más piedras.
Rio Asón seco I
No es que el agua sea transparente, no, es que es ausente que no es lo mismo. El curso del río convertido en un pedregal. Menudo dilema. Viendo esto dan ganas de que empiece a llover para que los ríos recuperen su esplendor, los bosques su verdor y las flores su primor (a hortera me ganan pocos), pero pensar en meternos ya en el otoño con lo bien que se está paseando por el mundo adelante al solete y dándole a la cervecita en alguna terraza… como que no, que se aguante el río un par de semanitas más y luego si eso ya hablaremos.
Rio Asón seco II

Pepe el de Fresneda

De vuelta del hayedo del Saja se me coló por el rabillo del ojo una estatua situada en un apartadero de la carretera. Freno, vuelta, aparco al lado y la parienta preguntándose por enésima vez qué cosa rara habría visto, porque al final cada vez que hago una maniobra así es porque hay carnaza para el blog en las inmediaciones.
Pepe el de Fresneda I
Pedazo estatua y pedazo escopeta gasta el paisano. ¿Quien sería este hombre?
Pepe el de Fresneda II
Mira qué pone en el pie, mira qué pone en el pie… si hombre, mira una puñeta, fijaros cómo estaban las letras. Así no hay quien se entere de nada.
Pepe el de Fresneda III
¡Ups! Un monolito al fondo. Vamos a echar una ojeada.
Pepe el de Fresneda IV
Pepe el de Fresneda, guarda mayor de la reserva del Saja. Ya sabemos quien es, una vez en casa me enteraré de su vida, obra y milagros. Si, podía saberlo allí mismo sólo con sacar el móvil, pero lo tengo en el bolsillo, tengo que desbloquearlo, entrar en el navegador, buscar en Google… ufff, mú cansao, mejor en casa…
Pepe el de Fresneda V
Madre mía todo lo que aprendí. En España hace unos años estaba Félix Rodríguez de la Fuente cuidado los lobos e intentando que no se los viera como alimañas. Mientras tanto, Pepe el de Fresneda estaba ocupado pegándoles tiros hasta cobrarse ciento veintitrés en su carrera, en una época en que incluso daban una recompensa por cada lobo muerto. Eran otras épocas, era otra forma de ver la ecología y, sobre todo, era un escopetón que siendo lobo mejor no ponerse delante porque aún en bronce impone lo suyo. Falleció en 1995, si queréis leer una entrevista con él echad una ojeada aquí.
Pepe el de Fresneda VI

La otra esquina del túnel

Tras las tres entradas correspondientes a la visita que hice al túnel de la Engaña en su vertiente cántabra se me había olvidad contar que ese mismo día seguí camino por la provincia de Burgos para ver el lugar por donde desembocaba el túnel siete kilómetros más adelante. Llegados a Pedrosa de Valdeporres todo está bastante bien señalizado. Hay que seguir camino sin desviarse hasta llegar a este punto, donde empiezan las ruinas.
Túnel de la Engaña en Burgos I
Digo empiezan porque allí todo está en ruinas. No sólo es el abandono del túnel, también de las construcciones que se hicieron a su alrededor. Esto tenía pinta de ser una antigua estación y, bueno, realmente abandonada no estaba.
Túnel de la Engaña en Burgos II
La puerta cerrada gracias a un somier y detrás aunque casi no se distingue había un montón de pacas de paja almacenadas. Un uso tiene, no aquel para el que fue originalmente diseñada pero por lo menos cumple una función.
Túnel de la Engaña en Burgos III
Gran verdad en la pared de la estación. Los ingenieros hicieron el túnel y los políticos (como no) lo destruyeron. Pero ¿debería eliminarse ahora que ya está hecho? Pues no sé yo, si lo rellenan de cemento seguro que tarde o temprano aparecerá algún otro iluminado diciendo que es una pena no intentarlo de nuevo. Como si lo viera.
Túnel de la Engaña en Burgos IV
La estación abandonada, los andenes vacíos, no hay raíles, nada de nada.
Túnel de la Engaña en Burgos V
Incluso se pueden ver los restos de una iglesia, curiosa época aquella en que llegaban a montar una iglesia para los que construían el túnel.
Túnel de la Engaña en Burgos VI
Allí al fondo está la entrada. A la derecha otra ruina más. No la muestro, pero a la izquierda había una torrecita igualmente ruinosa. A la derecha y un poco más arriba varios restos más. En pie y enterito no quedaba nada de nada.
Túnel de la Engaña en Burgos VII
Primer plano de la entrada. Tapiada y con puerta de barrotes metálicos. Por suerte estaba abierta y pude pasar.
Túnel de la Engaña en Burgos IX
Inscripción en la parte superior del túnel con la longitud del subterráneo. Los mismos metros declarados que en la boca de la vertiente cántabra. Menos mal, sino sería una risa.
Túnel de la Engaña en Burgos VIII
Entré. Sorpresón, corría una notable ventolera procedente del interior del túnel, además un aire frío cargado de partículas de polvo que hacía muy incómodo transitar por allí. Saqué una foto y fijaros: interior inundado así como un montón de puntitos voladores. Huy, huy, huyyy, el interior ya lo vi en el otro lado, esto está todo embarrado, a ver si va a estar el oso durmiente en la vertiente burgalesa y me va a dar un susto, además es la hora de la merienda así que saco la foto testimonial y me piro, vampiro. Ya véis, menudo espíritu aventurero tienen algunos en este país…
Túnel de la Engaña en Burgos X

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