Lunada, por alusiones

Lo bueno de hacer kilómetros, querer verlo todo y además documentarlo fotográficamente en plan japonés-con-cámara es que ante una duda, ruego o pregunta, poco me cuesta sacar el material gráfico con el que satisfacer la curiosidad de los lectores. Véase un ejemplo, Dan comentaba algo sobre una placa en lo alto del mirador de Covalruyo, en Lunada. Ese mirador ya salió en esta entrada y efectivamente, no mencioné la placa pero simplemente porque voy generando tanto material fotográfico que no doy abasto a mostrarlo todo. Que no la mencionara no quiere decir que no la retratara, porque habiendo pasado por allí raro sería que no lo hubiera hecho. Hela aquí…
Placa en el mirador de Covalruyo I
Se trata de una placa con poesía de Gerardo Diego, el de la estatua de anteayer, dedicada a Francisco Cubría que es otro escritor cántabro de la misma época.
Placa en el mirador de Covalruyo II
Para quien no quiera dejarse los ojos intentando leer la placa, la poesía dice así:

Río Miera ¿quién te vio
más arriba de San Roque,
brincando de lastra en lastra
burlando alisas y robles?

De peñas te descolgaste
desgarrándote en jirones,
sin torrente los tobillos
en las quiebras de las hoces.

Altos cantares de nieblas
aprendiste de pastores
y, según bajas riendo
vas volando corazones.

Mozo, te festeja Liérganes
con arco de puente noble
y tu pecho ya se ensancha
para reflejar honores.

Quién te vio allá, río Miera
y te ve manso de roces
dilatándote en toneles
y cubas de sombra y bosque.

Antes de agrietar los labios
con la sal del Puntal norte.
Río Miera, quien te viera
y te ve, no te conoce.

En brazos de la marea.
Una vez luz y otra noche.
Dos veces al día mueres,
de azul belleza salobre.

Las huellas del Desvelarte 2014

El festival artístico-urbano Desvelarte 2014 ha tenido mucha menos chicha que otras ediciones anteriores. Unos murales, un par de cosillas en plan «recupera tu barrio», una pinturita y poco más. Ni por aproximación algo tan interesante como las afamadas 27 palabras que pueblan la ciudad desde el 2013.

Vamos a ver unos ejemplillos. El primer mural está en el Barrio Pesquero, en la asociación de vecinos Sotileza. Es bonito, sí, pero bueno…
AAVV Sotileza I
No sé, lo veo un poco… ñoño. Además los colores en ese tono medio apastelado tampoco contribuye mucho. Si, lo sé, queda muy bonito, muy armonioso, mejor esto que una fachada blanca, quizá es que me esperaba algo más moderno y rompedor.
AAVV Sotileza II
Y eso que a la virgen y al niño jesús los han pasado por un filtro modernizador, no quiero imaginarme si además los hacen en el mismo estilo que el resto de figuras.
AAVV Sotileza III
Cambio de tercio, calle Arrabal, allí donde mora la letra H del «Aquí, ahora, abecedario». Se han ventilado un mural de 2012 (aparece en el enlace anterior) para poner otro distinto. Cuando lo vi lo primero que me vino a la cabeza es que tampoco parecía gran cosa para ser parte del «Desvelarte».
El pintor y la modelo I
Pero he aquí que buscando información me entero que esto no es un mural, es una «performance» artística en la que se unen danza, música y pintura con el cuerpo del pintor para realizar la obra. Traducido a castellano, viene el pintor, pone música, se embadurna de pintura y baila que te bailarás, con su cuerpo y sin brocha va saliendo esto. Tiene su mérito, si me embadurno yo de pintura sabe dios lo que saldría en esa pared. La caricatura de un cerdito, como si lo viera.
El pintor y la modelo II
Abajo a la izquierda la firma que lo certifica como parte del Desvelarte.
Firma en El pintor y la modelo
Ya habéis visto dos de las obras. En cuanto haya ganas y un rato libre (principalmente lo primero) me acercaré a retratar las otras dos o tres que faltan. Me temo que les ha quedado un poco simplón este año. Cerca de allí, al lado del templo de la gula y perdición santanderina (la chocolatería Aliva) han abierto el pub «Karloff» donde antes era el «Emboque». Fuera han hecho una pintada de un Frankenstein que si lo llegan a incluir en el Desvelarte se llevaría todos los parabienes y felicitaciones, porque anda que no está bienhechito y es hiperrealista total. Está en una pared exterior y debe medir un metro de alto, lo ideal para encontrárselo una noche oscura con media tajá encima y que se te salga el corazón por la boca del susto…
Boris Karloff

Santo bailecito

No sólo aquellas esculturas de Santo Toribio de Liébana salían bailando la macarena. Si entráis en una iglesia y echáis una ojeada a las figuras, raro es no encontrar alguna de un santo haciendo posturitas. En la catedral de Santander, por ejemplo, tienen una de Santo Emeterio en pose de bailecito porque otro sentido no le veo a la cosa. Si alguien sabe con certeza qué puede estar haciendo, que nos lo diga ya mismo.
San Emeterio en Santander

Museo Balenciaga de Guetaria

Cerquita de Zarauz está Guetaria y allí, en una cuesta arriba hay un edificio acristalado en oscuro bastante modernillo. Es el anexo a un antiguo caserón, el Palacio Aldamar, y juntos constituyen el Museo Balenciaga dedicado al diseñador de moda Cristóbal Balenciaga. Lo abrieron en junio de 2011 y en su interior hay más de 1200 prendas diseñadas por él.
Museo Balenciaga de Guetaria
Como a la parienta le pirran estas cosas sé que tarde o temprano me tocará pasar por allí de visita. Igual con un poco de suerte me puedo escaquear y lo que visito es el faro en lo alto del «ratón de Guetaria«.

De todas formas lo más interesante del museo es lo que ya pasó. Echando una ojeada a la hemeroteca se ve que esto fue un museo «a la española». Según parece lo diseñó un arquitecto cubano que no tenía homologación para trabajar en España. Las salas de exhibición se hicieron con tal cantidad de luz natural que el sol se iba a comer los tejidos (planificación y previsión, si señor). Cuando revisaron el almacén habían desaparecido algunas prendas del modisto, que al parecer habían sido entregadas como obsequio a personas ajenas al museo. Hala, venga, a readaptar el edificio, en vez de mostrar todo sólo exponen noventa prendas que se van rotando para evitar los daños causados por la luz, y con eso se consigue que lo que iba a costar seis millones de euros acabe costando veinte. Je… para que luego los vascos digan que no son españoles. Pues el modus operandi es exactamente el mismo, que lo sepan.

Otro concierto al que me apunto

Mal que mal algún concierto majo está habiendo en Santander. Como uno nació raro, la música que me suele gustar no tiene mucho que ver con la que suena en el 99% de las radios comerciales así que es de agradecer el esfuerzo de algunos locales como Little Bobby cuando trajeron a los Buttshakers o el New Rock Planet Bar de la calle Santa Lucía 8 donde tocarán el próximo nueve de febrero los Dustaphonics.
The Dustaphonics
Si, conocidos en su casa a la hora de comer, pero fijaros qué pinta tienen y cómo debe sonar todo ese guitarreo en un local de dimensiones más o menos reducidas. Avisaos estáis, el que se lo pierda que luego no me venga llorando.

GerardoDiegos everywhere

Hasta llegar a Santander sólo sabía vagamente que Gerardo Diego era uno que escribía y poco más. Es más, me lo confundía con Gabino Diego que escribe menos pero hace reír más. Pero fue llegar aquí y cómo es un poeta nacido en Santander le han dedicado unas cuántas estatuas así que al final acabé yendo a la wikipedia (fuente del saber popular) y echando una ojeada a su vida. No es la poesía un arte que me atraiga especialmente, pero el saber nunca está de más, cualquier día puedes encontrarte con «Poeta cántabro de la generación del 27» en la última definición que te falta del crucigrama y gracias a la curiosidad informativa previa puedes completarlo.

Una de esas estatuas conmemorativas la podemos ver en la Avenida Reina Victoria. Ahí lo tenéis, sentado tranquilamente en un banco mirando su querida bahía.
Gerardo Diego en Reina Victoria I
Está que ni pintado para sentarse al lado y sacarse la foto en la misma pose. Lo que hacía todo el mundo con la estatua de Gaudi en «El Capricho» antes de que pusieran el acceso exclusivo para los que pasen por caja.
Gerardo Diego en Reina Victoria II
También hay placa conmemorativa con el principio y final de uno de sus sonetos, el titulado «Bahía Natal».
Placa en la estatua de Gerardo Diego
Por si alguien tiene curiosidad, este es el soneto enterito y sin cortes publicitarios:

Cristal feliz de mi niñez huraña,
mi clásica y romántica bahía,
consuelo de hermosura y geografía,
bella entre bellas del harem de España.

La luna sus mil lunas en ti baña
-tu pleamar, qué amor de cada día-,
y te rinden reflejo y pleitesía
montañas, cielo y luz de la Montaña.

Mi alma todas tus horas, una a una,
sabe y distingue y nombra y encadena.

De mi vivir errante fuiste cuna
nodriza, y de mis sueños madre plena.

La muerte,madre mía, a ti me una,
agua en tu agua, arena de tu arena.

Parece pan comido esto de escribir poesía. Vas juntando palabras que suenen bien y rimen hasta completar catorce versos endecasílabos (o de once sílabas, lo que prefieras). Por lo menos eso pensaba hasta que en clase de literatura tuvimos que hacer uno. Madre mía que lío es aquello, pasabas más tiempo sumando sílabas con sus reglas para contarlas, sus casos particulares y excepciones, o reorganizando letras que con el contenido del soneto. En cambio esta gente producía una poesía tras otra. Tiene su mérito, tiene.

De roto pasamos a muy roto

Hace diez días comentaba que en el puntal de Laredo seguían en un estado bastante lamentable los dos chiringos que hay junto al aparcamiento, sobre todo el Barlovento que es el primero al que le zumban las olas.
Chiringuitos destrozados en el Puntal de Laredo I

Chiringuitos destrozados en el Puntal de Laredo III
También me preguntaba qué pasaría si venía un temporal con mareas vivas, por pequeño que fuera. Pues ya tenemos la respuesta. Ha venido, se ha cargado parte de la cimentación y una pared entera del restaurante, como se puede ver en las fotos del Diario Montañés. Hoy por la tarde otra sesión de mareas vivas y oleaje. Mañana también, de madrugada y de tarde. Dudo que haga falta repararlo, más bien tendrán que ir pidiendo presupuesto para demolerlo…

Como cabras por La Arnía

Nuevo episodio de «consejos vendo que para mi no tengo». Esto es lo que veíamos desde el párking de la playa de la Arnía, un montón de gente ejerciendo de cabra por los acantilados que la rodean.
Acantilados de La Arnía I
Fijaros bien: niños, mayores, unos contemplando el panorama, otros posando para la foto, otros tirando piedras acantilado abajo… desde luego cómo es la gente.
Acantilados de La Arnía II
Ahí, ahí, arriesgando la vida al borde del precipicio, saltando y triscando por el caminito que lleva a la cima, hay qué ver cómo es la gente, qué riesgos asumen, cómo les gusta hacer de cabras por las alturas.
Acantilados de La Arnía III
Pero qué cantidad de irresponsables… bueno, hala, ya saqué un par de fotos, vámonos al acantilado que si esa gente sube por ahí es que se puede subir, a ver qué vistas hay al borde del acantilado, vamos a tirar un par de piedras y echar unas carreritas hasta la cima.

Se la tenía jurada

Un día cualquiera haciendo kilómetros por una carretera cualquiera aparece un pueblo llamado Castillo. Me paro a ver pero Castillo no hay, tan sólo una iglesia y una torre defensiva que sacaré otro día. Esta es la iglesia de San Pedro.
Iglesia de Castillo
Aspecto normal, nada especial que destacar así que me voy fijando en los detalles. El primero unas plantas que salen de un árbol. Son las famosas calas o lirios, cualquiera que las haya plantado en su jardín sabrá que son tan bonitas como prolíficas, brotan de cualquier sitio como se ve en la foto y si las dejas enseguida te invaden.
Calas en el árbol
Una lápida dedicada al bienhechor del pueblo, don Emilio de Alvear y Pedraja. Me huele que cuando la palme a mi no me van a dedicar una placa de estas, una porque estoy (casi) más pelao que una rata y así no hay quien se vuelva benefactor titulado y otra porque con una parienta con gustos itinerantes no paro lo suficiente en un destino como para dejar huella perenne.
Placa en la iglesia de Castillo
Canecillos en un alero, aunque estos no enseñan el culo, ni echan la lengua ni son tan simpáticos como otros que he visto.
Canecillos en un alero
La puerta principal de la iglesia no es el Pórtico de la Gloria pero bueno, hace el apaño.
Puerta principal de la iglesia
Por otro lado encontramos una puerta más moderna e impersonal. ¿Qué es eso que tiene escrito?
Puerta en la iglesia
Anda, mira, uno que se la tenía jurada al cura y dejó grabada su opinión para la posteridad…
Grabado en la puerta

El muñequito LM

Ay, donde quedó aquel mundial de vela… parece que fue ayer cuando teníamos un mes de septiembre precioso, un solazo tremendo, las calles llenas de gente venida de todos los lugares del mundo, montones de barcos de todos tipos surcando la bahía, el paseo de Pereda y Castelar llenos de chiringos y cinco monigotes distribuidos por todo el frente marítimo. Había uno que lo bautizamos como el muñequito LM (de Leroy Merlín), porque el cuerpo estaba hecho a base de listones de valla de jardín como los que se venden allí cortados con longitudes variadas para crear una superficie irregular.
Muñequito Leroy Merlin
Septiembre, qué mes, qué animación, cuando ahora la ciudad parece medio muerta y con previsión de mal tiempo los días venideros la cosa irá probablemente a peor. Es «la travesía del desierto», como le llamó una conocida de una tienda. Así será hasta que llegue semana santa y con los primeros calores vuelva el ambiente y el bullicio a las calles. Paciencia que en nada ya llegamos.

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