Esta primavera espero tener un rato para hacer un recorrido por las Merindades burgalesas. Es un territorio bastante desconocido en el que estoy francamente interesado porque he comprobado que tiene bastantes cosas que ver tanto a nivel de pueblos como de naturaleza. Lo primero que me llama la atención son esos montes planos con rayado horizontal tan distintos de la montaña picuda tÃpica de Cantabria, habrÃa que irse a la zona de Soba para ver algo parecido.
O «El Castillo», la formación rocosa que domina Orbaneja desde lo alto. Estoy convencidÃsimo que se puede llegar sin excesivo problema hasta la base de los pedruscos, precioso lugar para desfogar mis ansias de ejercer como cabra montesa. Esta primavera promete…
Un banquito de morirse
Entretenido mientras visitaba el claustro de la catedral de Santander vi a lo lejos un banco de piedra y oye, ya que está ahà vamos a estrenarlo. Según me iba acercando noté que me iba a quedar con las ganas porque a los destinados al descanso de la gente dudo mucho que les pongan ese relieve en la superficie y este más bien me tiene pinta de tapa de sarcófago asà que mejor «non meneallo» e irme a sentar a otro lado.
Giro una esquina del claustro y aparecen otros dos elementos similares aunque más trabajaditos. No sé de donde habrán salido, pero se trata de dos estatuas yacentes de esas que solÃan poner sobre las tumbas de la gente pudiente y/o famosa.
¿Que harán aqu� Porque tumba, lo que es tumba, no hay, los tienen ahà apartados en un lateral como dejan a los enfermos en los pasillos de urgencias en momentos de sobrecarga y ya vendremos cuando se nos acuerde. Mira tú, hasta me están entrando ganas de volver a visitar el claustro por ver si estos siguen allà o si al fin les han dado un destino definitivo.
La costa de Islares
Este es un rinconcito cántabro por el que si no habéis pasado, la próxima vez que os acerquéis a Castro Urdiales podéis hacer una paradita y echar una ojeada aprovechando que queda prácticamente a pie de autovÃa, aquà está la localización en Google Maps. Islares ya habÃa salido alguna vez por aquà al ser el pueblo de la fuente de la cabra, pero nunca habÃa mostrado la parte de la playa que también tiene su interés. Bueno, en realidad playa, lo que es playa, no hay. Como mucho esta esquinita en la que la arena queda bajo el agua cuando sube la marea.
Para quien le guste asolearse sobre la arena está la playa de Oriñón a doscientros metros, que esa sà que es grande. En Islares lo que se puede ver es el «Hostal Langostero», actualmente Hotel «Alisia Islares» de la primera foto, lugar ideal para tumbarse a la bartola y tomarse una cervecita disfrutando de las vistas a la costa de enfrente donde se encuentran los Ojos del Diablo.
También hay una piscina gigante conseguida a base de hacer muros entre las rocas de la costa. Han construido hasta alguna escalera para llegar al agua como se aprecia a la izquierda.
Ampliando un poquito se ve el muro en forma de dique para aislar del oleaje una zona redonda que tendrá aproximadamente unos cien metros de diámetro.
En su dÃa esto creo que fue una cetárea particular, algo apoyado por la existencia de una puerta que a hoy sirve para poco más que para albergar pintadas.
Fijaros cómo en los laterales habÃa otras piscinas más pequeñas, escaleras…
…y hasta lo que parecen ser restos de una construcción de ladrillo absolutamente hecha polvo. Que está totalmente en desuso se nota incluso vÃa Google Maps, donde podemos ver para qué se usaba en verano y no tiene nada que ver con criar langostas, os lo aseguro.
Agua de aquÃ
DecÃa no hace mucho que habÃa que potenciar el comercio local y lo fabricado en España. Los franceses ya lo hacen de una forma entre sibilina y directa con algunas cosas como el agua que te ponen (¡GRATIS!) cada vez que te sientas en un restaurante. Fijaros qué etiqueta, qué nombre y qué significado: el agua de aquÃ. Que lo tengas bien, bien, clarito que estás favoreciendo lo de tu tierra.
Los acantilados de Ajo
Para los que nos gusta ejercer de cabra montesa, los alrededores del Cabo de Ajo es un lugar bastante interesante. Ya no por el faro (aunque ahora esté más complicado visitarlo) o por los bufones que largan agua con el oleaje. También hay una parte de acantilado con un aspecto muy llamativo. Baja en diagonal hasta cierto punto.
Al llegar ahà se corta y toma bajadita en vertical, como buen acantilado que se precie. Alguien habÃa puesto unos hierros en plan barandilla.
Se supone que por ahà se podrÃa bajar, aunque la perspectiva de andar haciendo equilibrios por un acantilado de roca pulida y mojada no era muy de mi antojo ese dÃa, cosa rara por mi extraña afición a arriesgar la crisma allá por donde paso.
Otra curiosidad es ver cómo la piedra se ha ido rompiendo en cubos más o menos regulares desde ese punto hacia arriba. No es la famosa «Calzada de los Gigantes» irlandesa pero dejémosle tres o cuatro mil años más y con un poco de suerte hasta se le acabará pareciendo.
La presa de Regolgo
Entre Liérganes y La Cavada pasa el rÃo Miera, que nace en los montes de Valnera, al sur de Cantabria junto al Portillo de Lunada que hace de frontera con Burgos. Y en el tramo de rÃo entre esos dos pueblos hay una presa llamada de Regolgo que no parece gran cosa, pero fue construida en 1799 y en vez de ser con forma de presa normal y corriente, tiene un doble arco, un enorme contrafuerte central y un acueducto lateral pensado para llevar agua hacia un molino que a dÃa de hoy no tiene actividad. Algunos de ellos se reconvirtieron a finales del siglo XIX en fabricas de luz que aprovechaban el agua para generar electricidad, supongo que actualmente ya no lo harán (más les vale, viendo los impuestos que han creado para todo lo que sea generación de energÃa).
Este es el aspecto de la presa los dÃas que el rÃo baja tranquilo.
Se aprecia lo extraño de sus formas, ese doble arco y esa punta sobresaliendo por el centro.
Estos dÃas con las lluvias y el deshielo de todo lo que ha nevado la cosa cambia notablemente. Agua a punta pala que sobrepasa la presa con fuerza y cae a chorro.
Fijaros que casi ni se distingue ese «pico» central. Además el agua está ligeramente amarronada por la cantidad de tierra que trae incorporada.
Otra de las cosas que os podéis encontrar en los bordes del rÃo son restos de bichos que la han palmado y ahà están, inmóviles, flotando hinchados. Si ese pellejo revienta ya podéis correr rapidito, porque la peste que suelta es absolutamente inolvidable. Avisaos estáis.
El mercado de Castro Urdiales
Hay veces que para un fotógrafo es complicado mantener la concentración. Pongamos un ejemplo: mientras paseaba por Castro Urdiales me encuentro el edificio del mercado, estilo antiguo y merecedor de una buena sesión fotográfica.
Pero claro, justo detrás mÃa aparece también la CharcuterÃa La Selecta, con ese escaparate tan tentador…
…viendo esto hasta se me olvida el mercado, no en vano el queso en todas sus variantes es una de mis perdiciones y semejante cantidad reunida delante de mis ojos me cortocircuita todo lo demás. Ñam, ñam, queso gruyere, comté francés, brie, cabrales, gouda… ¡¡¡abajo las dietas, viva la comida, el colesterol y la madre que lo parió!!!
¡Queremos primavera ya!
Que sÃ, que el invierno es muy bonito, pero me parece a mi que el 99% de los habitantes de Cantabria están con ganas de que llegue por fin la primavera y volver a ver esos dÃas en que el sol empieza a calentar, el cielo es azul y no gris, hay verde por todos lados, la luz abundante da una alegrÃa que no veas y las vacas se sientan tranquilamente a ponerse morenas en vez de guarecerse de la nieve.
La gente se anima a salir mucho más, a pisar la playa, puede sentarse uno tranquilamente frente a la bahÃa mientras otros experimentan con el Flyboard para recocijo del personal.
Animo que ya no falta nada, estamos a un pasito del mes de marzo y con un poco que acompañe el tiempo entramos en la temprada de rabas y marianitos (vermuts de aquÃ) por la puerta grande.
Recuerdos de la guerra
Aquà en España la segunda guerra mundial nos pilló tan solo de refilón. Estaba ahà al lado pero con el cuento de que éramos neutrales no hubo actividad bélica real en suelo patrio. Sin embargo en cuanto pasas a Francia el cuento cambia, ves aún muchas placas, monumentos y referencias a los efectos de la ocupación alemana o a la gente que murió en esa época. Y entonces te paras a pensar que durante cuatro años y medio Francia estuvo conquistada por los alemanes, que reprimÃan, deportaban, juzgaban, ejecutaban y, en resumen, hacÃan y deshacÃan lo que les daba la gana. Hubo invasión, combates, bombardeos, muchos muertos y cuando los del otro bando quisieron echar a los alemanes se repitió la faena, desembarco, bombardeos, un montón de muertos y destrozos por todos lados.
Normal que con algo tan tremendo siga habiendo recuerdos por todas partes. Ya puestos, vamos a ver un par de ellos. El primero es en Arlés, creo recordar que al lado del ayuntamiento.
Tres celdas con unos pedazo cerrojos que de ahà no se escapa ni Houdini.
La placa explicativa nos indica que en este lugar encarcelaban los nazis a los habitantes de Arlés que iban a ser deportados a campos de concentración. Pena que estuvieran cerrados y dentro no se viera nada, porque tienen pinta de ser de todo menos acogedores.
Nos cambiamos casi al este del paÃs y hacemos parada en Carcassonne. En uno de los jardines junto a la parte nueva de la ciudad hay un monumento en el césped al que todavÃa ponen flores. Se trata de una declaración de Charles de Gaulle junto con una imagen tallada en piedra del general.
Para quien le guste la historia, el 18 de junio de 1940 Charles de Gaulle hizo desde Londres un llamamiento a los franceses para que no se rindieran, instando a la resistencia y presentándose como el representante de la Francia Libre. Como nosotros pasamos por allà el 20 de junio y estaban esas flores aún frescas, es fácil imaginar que el monumento hace referencia a ese llamamiento.
Muy bonito, pero de lejos
Creo que a todos nos encantan los hipopótamos, ¿quien no recuerda a Pipo, el de los anuncios de Ausonia? Qué bonitos, qué redonditos, qué majo es este que reside en Cabárceno.
Simpático, divertido, pero en caso de que se cabree mejor no estar cerca, que son varias toneladas de animal capaz de correr más rápido que un humano y con unos dientes largos como la Tizona del Cid. Si el de Cabárceno es un hipopótamo pigmeo y tiene unos piños que ya los quisiera el conde Drácula, en caso de que le entre la mala leche mejor no cruzarse por el medio. No sé si serán carnÃvoros, lo que tengo claro es que no voy a esperar a comprobarlo…