El Bonifaz

Hoy va un post de esos filosóficos. Hay que ver de cuántas cosas no nos fijamos, las vemos, las asumimos y no nos preguntamos ni qué, ni porqué ni para qué. Por ejemplo, en el centro de Santander está la calle Bonifaz. Así se llama y nunca me había preguntado porqué. Hasta un día en que estaba yo dedicado a las labores que mejor se me dan. Cuatro de la tarde tras haber ido a ver un monte y acabar inesperadamente en Las Merindades burgalesas. A esas horas en vez de pararme a comer, me zampo un bocata jamón y una clara en cualquier lado y media hora después continúo con la tarea de ver mundo.
Bocata jamón y cerveza
Anda… si tienen el Diario Montañés. Vamos a echarle una ojeada. Pasando páginas descuidadamente de pronto apareció delante de mi un reportaje sobre el Bonifaz, un petrolero propiedad de la empresa «Naviera de Castilla» santanderina.
Noticia sobre el Bonifaz
Allá por julio de 1964 el barco estaba al lado de Finisterre cuando chocó con otro petrolero francés de nombre «Fabiola», incendiándose y explotando, lo que le hizo naufragar. Por increíble que parezca, el Fabiola se fue sin pararse a recoger supervivientes. Veinticinco muertos fue el resultado de la tragedia. A bordo iban cincuenta tripulantes y aprovechando lo corto de la travesía se habían unido cinco esposas de tripulantes que oficialmente según las normas de la compañía naviera no podían embarcar.

Si alguien quiere leer la historia completa, puede verla en un artículo del periódico. Hay otro interesante artículo sobre una visita que hicieron con posterioridad los familiares de los fallecidos al lugar del naufragio en la web «Qué pasa na Costa«.
Petrolero Bonifaz
Foto sacada de la página sobre navegación y barcos Navymar.com, todo sea dicho.

Daba yo por supuesto que el nombre de la calle Bonifaz correspondía con un homenaje a las víctimas del petrolero, pero por si acaso busco algún otro Bonifaz famoso y me aparece por medio Ramón de Bonifaz, «noble, marino y militar español», según parece nacido en Cantabria y encargado de dirigir la flota que reconquistó Sevilla a los moros en el año 1248. Allá se presentó con su flota de 18 barcos, remontó el Guadalquivir y rompió el puente hecho de barcas unidas con cadenas que servía como barrera para evitar el paso de los barcos cristianos. Ahora se entiende qué pintan en el escudo de Santander la Torre del Oro sevillana, esa cadena y ese barco además de las dos cabezas de los patronos de la ciudad.
Escudo de Santander
Otro monolito en la ciudad recuerda la gesta sevillana (lo de Bonifaz, no el 12-1 a Malta). Se puede ver junto a la plaza de Cuatro Caminos (la del anillo del zodíaco de los nibelungos).
Monolito monumental
Aquí está, un poco ajado ya por el paso del tiempo y los efectos de la lluvia.
Frontal del monolito
En la placa un barquito de vela, unas torres, una cadena… debajo, una inscripción en la que pone «Sevilla Capta, 1248-1948). Se supone que habrá sido puesto ahí conmemorando el 700 aniversario de la faena.
Sevilla capta
Toda esta retahila en uno de los laterales explica el motivo del monolito, que no es otro más que honrar al Almirante Ramón de Bonifaz y Camargo por liberar Sevilla y a la ciudad de Santander por su participación al haberse construido aquí algunos de los barcos.
Leyenda del monolito
Pues bien, retomando el tema de la calle Bonifaz, recuerdo aquel dicho según el cual «cuando tienes un reloj siempre sabes la hora, cuando tienes dos no». Cuando tenía un candidato para adjudicarle los honores de la calle lo tenía claro, ahora que tengo dos… no. ¿Será por el barco? ¿Será por el Almirante? ¿Habrá algún otro Bonifaz que se me ha escapado?

Raqueros del Jazz

Más y más cosas que hacer este mes de septiembre, por favor, que dejen algo para octubre o nos va a pillar una depresión de caballo al ver que la ciudad se paraliza… esta vez es música, festival de Jazz en el bar Rubicón y la calle del Sol, la calle con más movimiento cultural de Santander.
Raqueros del jazz 1
Primera edición de este festival llamado «Raqueros del Jazz», con actuaciones los días 9, 10, 11, 14, 17, 18 y 21 de septiembre. Si os gusta este tipo de música es una ocasión magnífica para disfrutar un buen rato y si no es santo de vuestra devoción, una buena oportunidad para escuchar algo distinto.
Raqueros del jazz 2
Coño, qué coincidencia, también a la vez que el Mundial de Vela. Vamos a tener que pedirle al ayuntamiento que monte un Mundial de algo cada mes, o que cada año haya algo similar en ese mes para evitar que la ciudad vaya contagiándose del final del verano.

Vamos al túnel de la Engaña (III)

Vamos a por la tercera y última entrada referente a la visita que hice al túnel de la Engaña. Tras la primera y segunda parte, había cruzado ya los cuatro subterráneos anteriores al quinto y definitivo, el verdadero túnel de la Engaña cuya boca sur os presento.
Entrada al túnel de la Engaña
Sobre la entrada se puede ver una inscripción en la piedra donde indican la longitud total del pasadizo, 6.976 metros de los cuales más o menos uno es en Cantabria y el resto bajo la provincia de Burgos.
Inscripción en el túnel de la Engaña
En la parte izquierda también hay un canal por el que discurre lo que parece ser un riachuelo.
Canal a la entrada del túnel
No sólo en el río se ve agua correr. Al principio del túnel, ambos laterales chorrean. Por la izquierda rezuman las paredes y se ve mucho musgo.
Filtraciones a la entrada del túnel II
Por la derecha no rezuma, cae una catarata. El suelo estaba encharcado pero caminando unos cien metros se acaba el goteo y pasaba a estar totalmente seco.
Filtraciones a la entrada del túnel I
Este es el aspecto del interior. No es tan verde, pero entre que no se qué toqué en la cámara, el musgo y el pepinazo de luz del flash, sale la foto como si estuviera entrando en el ultramundo de Mordor.
Interior del túnel de la Engaña II
Si saco foto un poco más fielmente se ve cómo es de color gris cemento, suelo a base de polvillo fino caido del techo que se levanta al caminar y un fondo oscuro que no adivinas cómo sigue.
Interior del túnel de la Engaña I
A la derecha se pueden ver apartaderos y señales pintadas en la pared con la distancia recorrida. Aquí iba por el kilómetro 6,800. Quinientos metros más adelante, allá por el 6,300, ya no llegaba luz procedente de la boca del túnel. Oscuridad total sólo rota por mi linterna. Silencio total en el que sólo se oían mis pasos. Yo solito. Empecé a pensar qué pasaría si un oso se hubiera metido dentro a dormir la siesta… porque lo mismo que encontré caballos y burros en el cuarto túnel nada impide encontrar otro bicho más grande haciendo sus prácticas de hibernación… pues mira, ya he visto esto, ya he visto los alrededores, más vale ser prevenido y retirarme a tiempo que de valientes están las tumbas llenas. Y si no que se lo digan a Favila de Asturias, hijo de Don Pelayo, que importunó tontamente a un oso y acabó hecho pedacitos.
Marcador de distancia

La plaza de toros de Trucios

Al este de Cantabria hay un pueblo llamado Guriezo. A su lado, en Euskadi, otro llamado Trucios. Entre ambos pasa lo que tantas veces suele pasar en este país: que no están de acuerdo con los lindes entre ambos. Este trozo de tierra es mío, de eso nada que es mío, pues llamamos al Instituto Geográfico a ver qué dicen pero como no dicen lo que yo quiero, entonces no me vale. Siglos llevan con la misma historia. Qué entretenimiento tan nuestro, ¿verdad?

Pues allá me fui yo a buscar los dichosos mojones para ver cómo eran, pero no los encontré. Tampoco es que pusiera mucho interés, todo sea dicho. Cosas de llegar a la hora del vermut y que si toca elegir entre martini o mojones, con el martini y las aceitunas me quedo. ¡Martini digo! ¿Qué Martini ni que leches? Mejor Vermut Mariano artesanal, el vermut cántabro de los Picos de Europa, y no es broma que bien bueno está. Coño, ya me he perdido otra vez… ¿por dónde iba? Ah, si, buscaba mojones y lo que encontré fue la plaza de toros de Trucios, al lado de una iglesia, en medio del pueblo y completamente abierta por un lateral, sin signos de valla o cierre en las inmediaciones. Espero que cuando haya corrida (de toros) pongan una fila de camiones tapándolo o, en su defecto, un alambre conectado a un pastor eléctrico si no quieren sembrar el pánico como los de lepe cuando sueltan al hombre lobo con un tractor por los campos del municipio.
Plaza de toros de Trucios
En fin… que yo había venido aquí a hablar de mi libro pero si no me dejan, me voy y listos.

Corazón con moho

Mira tú que las calles de Santander se van llenando de corazones. Que si un mural aquí, que si otro mural allá, y en el centro había visto también una palabra (moho) dentro de un corazón. La primera idea que me vino a la cabeza es que formaba parte del «Aquí, Ahora, Abecedario«, pero como la M sabía que era la palabra «Mulier» sobre la puerta de una peluquería, no me cuadraban las cosas.
Corazón con moho I
Gracias al chivatazo definitivo que me han dado he podido saber que «Mulier» debería escribirse «mUlier» porque realmente representa la letra U, que mira que no habrá palabras que empiecen por la U como para complicárnoslo de esta forma, y el corazón con moho lo sentamos en el sillón de la M como si fuera un académico de la lengua.
Corazón con moho II
Foto de primer plano para que se aprecie la obra como está mandado y otra más para la buchaca. Ya quedan menos.
Corazón con moho III

Feria del Stock en Comillas

Para todos los que os guste el tema de mercadillos, outlets, ferias de stock, ropa, descuentos y demás, el próximo sábado día 6 habrá en la Plaza del Corro de Comillas una feria-mercadillo de fin de temporada en el que supongo que las tiendas harán todo lo posible por largar la mayor cantidad de material posible, con buenos precios, descuentos y rebajas para animar a la gente. Si lo vuestro son la compras ya sabéis donde hay que estar dentro de dos días…
Feria del Stock en Comillas

En el Parque de las Estelas

Algo había leído sobre la existencia en Barros de un «Parque de las Estelas cántabras» así que allá me fui a ver qué era aquello. Como uno es así, por el camino me entretuve con mil y una cosas diferentes, paré en un lado, en otro, en el de más allá hasta que finalmente aparecí justo delante del Parque. Me bajo, observo que allí no hay nadie y un cartelito me cuenta el motivo. Son las 13:40. ¡Hurra! ¡Lo he conseguido! ¡Otra vez he llegado a un lugar de interés justo cuando acaban de cerrar!
Horario del museo de la Estelas
Qué le vamos a hacer, si hoy es San Joderse habrá que verlo por fuera y ya volveremos otro día. Hasta entonces, vayamos explicando lo que pude ver. El primer punto de la parque es una iglesia, ermita o lo que sea justo al lado de la carretera. ¿Véis ese poste de la derecha?
Iglesia del Parque de las Estelas
Eso es un leguario, y no lo sé sólo por haber leído el cartel en su base, sino por haberme topado con uno similar anteriormente.
Leguario de Barros
Este edificio de color blanco está pegado a la iglesia. Supongo que dentro estarán expuestas las estelas porque en su puerta es donde vi el cartel del horario. A ver qué podemos hacer…
Museo de la Estelas
Mira qué bien, por esta ventana se atisban las estelas expuestas en el interior. Pues nada, nada, entre lo que veo asomándome y lo que veo a base de meter la cámara, sacar a ciegas un montón de fotos apuntando a lugares variados y revisarlas luego, pude hacerme una idea bastante aproximada del contenido.
Ventana del museo de la Estelas
Dentro hay dos estelas, aunque luego me enteré que realmente son tres: una que apareció junto a la ermita de la Virgen de la Rueda y otras dos en el barrio de Lombera.
Interior del museo de la Estelas
Esta es la primera, la encontraron en 1977 hecha trocitos entre los muros de la ermita de Nuestra Señora de la Rueda de Barros y fue reconstruida en el año 1999. Dos metros y pico de diámetro para tres toneladas de piedra arenisca, como para que te caiga encima del dedo gordo…
Otra estela cántabra
Esta otra es muy parecida y apareció enterita, creo que es conocida como «Barros I», «La rueda de Santa Catalina» o «de la Virgen». Casi dos metros de grosor y más de treinta centímetros de ancho. ¿Para qué sirven? Huuuy, quien sabe. Se supone que son monumentos funerarios, pero falta de una Espasa Medieval que lo confirme.
Una estela cántabra
En 1985 fueron declaradas «Bien de Interés Cultural» y ya de paso, incorporadas al escudo de Cantabria bajo las cabezas de San Emeterio y San Celedonio, el barquito, la cadena y la torre del oro sevillana.
Escudo de Cantabria

Tunel más rotonda igual a atasco

Ligero problemilla con el nuevo túnel del Centro Botín, oiga. Si un túnel para acelerar el tráfico finaliza en una rotonda, probablemente la mejora del tráfico se vea notablemente perjudicada ante la estulticia recurrente de muchos conductores cuando ven que la línea recta se transforma en un redondel de asfalto.
Atasco a la salida del túnel
De todas formas mejor no decir nada no vaya a ser que aparezca el iluminado de turno y proclame que nada como un voladizo de muchas toneladas de cemento al final de túnel para sobrepasar la rotonda por arriba. ¿Qué no? Os aseguro que cosas peores hemos visto ya…

Escondiendo los carteles

Normalmente los carteles que indican la altura de un pueblo con respecto al nivel del mar en Alicante suelen estar en la fachada de los ayuntamientos. En Las Caldas de Besaya lo tienen en la estación del tren, además le han plantado lo que parece ser una máquina de validar billetes justo delante de modo que si no me llego a fijar bien se me hubiera pasado totalmente.
Estación de Caldas de Besaya
En el centro de la foto anterior se ve la máquina validadora de color gris y justo detrás la placa escondida. A ver si me vieron llegar y sacaron a todo correr la máquina sólo por chinchar un poco. No es tan raro, yo lo habría hecho…
Placa indicadora de altura

Erre que erre

Oye, los hay que no cambian el chip y vayan donde vayan tienen que dejar marca de su paso. Fiestas de Santander, parque de Mesones, de noche, el relente va empapando el parabrisas de un par de coches de un concesionario expuestos por allí.
Coche en el Parque de Mesones
Parabrisas + rocío = pizarra donde dejar huella de sus fijaciones. No sé qué deja más claro el escaso nivel mental y la dudosa educación, si el dibujito o el «valla» con elle. Tanto da, el resultado es el mismo, otro IQ borderline a la vista.
Pintada en el cristal del coche

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